NAVAMUÑO

LA OTRA RUTA

El pasado domingo, día 23 de Noviembre de 2.008, hemos recorrido la ruta de la Dehesa de Candelario para llegar a Navamuño.

El camino es muy cómodo y muy bonito. Apenas una hora andando, despacio, disfrutando del paisaje, de la variedad de la arboleda y matorral y de nuestros guías-acompañantes Óscar Rivadeneira y Javier R. Sánchez.

Cruzamos el río Cuerpo de Hombre, todavía torrente, y desembocamos en la explanada junto a la Cueva.

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Óscar, polifacético, estudioso de todo lo referente a la Historia de Béjar y de los Bejaranos, incluso la de los Abdones; Montañero, gran conocedor de la Sierra y autor de la publicación de un montón rutas bejaranas y serranas, pintor y paisajista de vistas bejaranas.



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Javier, autor de un gran estudio sobre la Historia Textil Bejarana, con gran cantidad de publicaciones. Catedrático y exdirector de la Escuela Superior de Ingeniería Industrial de Béjar.

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Por nuestra parte, cumplimos el objetivo, que era recoger agua de Navamuño para el bautizo de Sofía G-R Castro, que nacerá (D.M.) a finales de Enero o primeros de Febrero.

Y, hablando de nietos, ayer, día 29 de Noviembre de 2.008, ha nacido Juan Perteguer Rivas, hijo de Juan Perteguer Candoti y de Susana Rivas Téllez y nieto, a su vez, de Emilio Rivas Quesada y de Carmen Téllez Gómez-Rodulfo. Estamos seguros de que será un buen Abdón.

CONOCE A LOS ABDONES

OTRO BISABUELO

El caballero es Juan Gómez-Rodulfo Yagüe, otro de los hijos de Jerónimo Abdón, en su caballo Volador.

Se casó con Elisa Ibarbia y fueron padres del famoso prohombre Ángel G-R- Ibarbia, que se casó, a su vez, con Ana María Barrio Salamanca y de donde proceden algunos Abella, Monfort, Moreno, Ballesteros, Godoy y García-Rodulfo (José Gabriel García Rodulfo ha unido los apellidos para no perder el Rodulfo, por lo menos en esta generación).

Debía ser un espectáculo verle cabalgar por el Valle de Navamuño, con su frac y sombrero de copa.

Y hablando de Navamuño, Óscar Rivadeneira, estudioso de todo lo referente a la Historia de Béjar, buen montañero y gran conocedor de la Sierra, me ha mandado esta preciosa foto de la Cueva, desde una prespectiva más alejada que la que hemos hecho en nuestras excursiones.

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CONOCE A LOS ABDONES

MÁS BISABUELOS

Van llegando referencias de bisabuelos y allegados con fotografías que no pueden permanecer guardadas en los baules del recuerdo.

Tenemos tres pinturas de Julio Romero de Torres con los retratos de Ramón Olleros Mansilla, de Carmen Gómez Yagüe y de su hijo Luis Olleros Gómez.

La foto de Ramón no es buena porque está sacada de una diapositiva que ya estaba deteriorada. Todas están en blanco y negro, Si alguien nos las puede proporcionar en color, si existen, las plubicaríamos.

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AÑO 2.008

ULTIMA VISITA

Este año comenzó, como siempre, con la concentración en el Bar El Calvitero, de Candelario, donde, dicen, la tortilla de patatas es superior, incluso con el café.

Hicimos la ruta establecida en años anteriores y las fotos de rigor: La peñas, el Valle (en este caso solo con el fotógrafo), la Cueva y otras que no caben en la página.

Hubo algunas variaciones, como que algunos no se quedaron a comer, que José Mari Pamo y Mari Mar llegaron tarde y bajaron la cuesta atravesando una maleza tupida que les cubría muy por encima de la cabeza, que alguno metió la pata en el barro de los trampales (las turberas, se llaman), que no manaba la Fuente del Duque, solamente salía un poco de agua por la parte baja, y que hubo algún que otro desfallecimiento a la subida hacia La Muela.

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Pero, lo más importante, es que la Placa se mantenía en la Cueva tal y como la dejamos el año pasado, a pesar del miedo que teníamos de que se reventara con las heladas o que nos la rompiera algún gamberro.

Nos despedimos hasta el año que viene, año en el que se cumplen 200 años del nacimiento de Jerónimo Abdón.

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ANECDOTARIO

RELACIONES LABORALES

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Jerónimo Abdón era muy estricto en el trabajo y, un día, un empleado le pidió permiso para ir un par de horas a su casa.

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¡Imposible, no puede ser! – le dijo.

Es que voy a ser padre – contestó el empleado.

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Jerónimo Abdón, que era muy respetuoso con los nacimientos y los funerales, le dice:

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Haberlo dicho antes, hombre, tómate el tiempo que necesites.

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A las 5 horas, más o menos, llega el empleado y J.A. le pregunta:

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¿Qué ha sido? ¿niño o niña?

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Y contestó el empleado:

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Qué se yo, jefe, ahora habrá que esperar nueve meses.

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CONOCE A LOS ABDONES

SEMBLANZA DE UN ABUELO


Ramón Rodríguez Gómez.

Era mi Abuelo.

Un Abuelo sin Guión.

No tenía Guión, ni Rodulfo, ni Arias, ni Yagüe en su D.N.I., pero si en su persona.

Era un Auténtico Abdón: Nieto de Jerónimo Abdón y el hijo pequeño de Ana Gómez, mi Bisabuela.

Generoso y discreto tenía auténtica devoción por la mayor de sus hermanas: Amparo, que se casó con Tomás Hernandez-Agero y tuvo dos hijos Tío Patricio y Tía María.

Este hecho justifica que el nombre de Amparo hiciera fortuna en mi familia más directa.

Le recuerdo distinto a como aparece en la Foto. Con una Imagen más gruesa y una vestimenta entre Terrateniente-Andaluza, consistente en trajes rigurosos y camisa abotonada hasta el cuello, sin corbata. Él mantenía con gran dignidad este look, que posteriormente elevó a categoría de Arte el citado Tío Patricio.

Armani lo hubiera aprobado. Versace no.

Se casó con Teresa Álvarez Osuna, mi muy inteligente Abuela, que aportó a los Abdones: 3 Miembros y 3 Miembras. Una Cuota del 50%.

Estos a su vez aportaron 20 Abdones con Apellidos conocidos como Rodríguez-Zúñiga, Yuste o Izard o exóticos como Rodríguez Jackson o Fochs.

Como sucede con muchas buenas personas, me impresionó más su Ausencia que su Presencia.

Debe ser por eso que dice Jero: que los Abdones……… somos unos Campeones.

Mandado por Ramón Fochs Rodríguez.

En la foto, Ramón Rodríguez Gómez y María Teresa Álvarez Osuna.

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AÑO 2.007. CONSOLIDACIÓN

El año 2.007 ya nos tomamos las cosas en serio; pedimos ayuda a nuestros amigos expertos de verdad, que nos pusieron las pilas y que fueron los que colocaron la Placa en condiciones, limpiaron el suelo de la Cueva, eliminaron el barrizal y colocaron un hermoso piso de "Porcelanosa", de forma que ahora da gusto entrar en ella y se le puede enseñar a cualquiera.

El principal artífice de este cambio de look, fué Paco Calles, que no tuvo inconveniente en madrugar para que el día de autos estuviera todo como los Chorros del oro y aquí está dando los últimos remates a la Placa.

La Placa está colocada sobre una lámina de metacrilato y sujeta a la pared con tornillos, de forma que no será fácil que se vuelva a caer. Esperemos que el tiempo y los visitantes nos la respeten.

Los demás, no tuvimos más que subir hasta allí y posar bajo la Placa, para la posteridad.

Hasta ahora, estamos subiendo siempre por el camino que se ha hecho desde el primer día: subir hasta el alto de la Muela, bajar al valle de Navamuño y, desde aquí dirigirse al Bocín de Namuño, que es donde está la Cueva. 

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En una futura expedición, probaremos a subir andando a través de la Dehesa de Candelario,

Empezando por el camino forestal y siguiendo por la senda de la Morrena izquierda. Habrá que asesorarse primero, porque, estos años hay mucha maleza, que no se limpia y, es posible, que no se vea bien el camino.

El descubrimiento de la Placa se hizo a dos manos, entre Jerónimo G-R, promotor, y José Luis G-R, el más antiguo de los que participaron en la excursión.

El día fué extraordinadio, aunque, al tratarse del último día del mes de Agosto, hubo algunos que no pudieron aistir.

FOTOS DE BISABUELOS

Colaborando con este Blog, un tataranieto de Jerónimo Abdón nos ha mandado unas magnificas fotos de dos hijos de J.A., es decir, de bisabuelos nuestros.

Se trata de Pepe Abdón Galindo, que tiene un buen arsenal familiar de fotos, entre las que se encuentran las que aparecen junto a estas líneas.

En primer lugar, aparecen Carmen Gómez Yagüe Rodulfo y su marido Ramón Olleros Mansilla. Carmen es una de las hijas de Jerónimo Abdón a las que no unió los apellidos Gómez y Rodulfo, por lo que este último aparece en tercer lugar.

La segunda foto es de Francisco Gómez-Rodulfo Yagüe y Ana López Yagüe. Francisco es hermano de Carmen, menor que ella. Francisco y Ana son primos hermanos y, los dos, nietos del famoso Julián Yagüe, del que, quizá, algún día hablemos en estas páginas.

La tercera foto es, también, de Francisco Gómez-Rodulfo Yagüe, con sus hijos Francisco, Jerónimo y José Gómez-Rodulfo López. Tuvo también dos hijas, Rufina y Ana, que no aparecen aquí.

Si algien tiene fotos del resto de la familia, se ruega que las manden a la dirección jeronimojgr@gmail.com

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YA ESTAMOS EN EL AÑO 2.006.

PRIMER INTENTO DE COLOCAR LA PLACA.

Han corrido las voces y un grupo de Abdones se ha animado a subir a la Cueva madre (o la madre de todas las Cuevas). Vienen acompañados de amigos: amigos de Abdón y amigos de la Sierra. Se llevarán un grato recuerdo, porque la excursión en muy agradable y los paisajes, una preciosidad, sin contar el aliciente añadido de la "recuperación de la Memoria Histórica".

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Las fotos de rigor son prácticamente obligatorias, para tener constancia de las variaciones del Valle de un año para otro, sin perder belleza.

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Una vez dentro de la Cueva, los expertos se pondrán manos a la obra para colocar la Placa conmemorativa del nacimiento de Jerónimo Abdón sobre una de las paredes. Se elegirá la más adecuada, se la preparará, se deliberará sobre la mejor opción para pegarla, con un buen cemento rápido para que dure toda la vida y, al final ..............

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¡¡¡PATAPLAF!!!

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Caida sobre el barrizal, partida en trozos, humillada, la Memoria por los suelos. ¡Es un desastre!

Pero bueno, más se perdió en Cuba. Se recogen los restos y, al mal tiempo, buena cara. Al fin y al cabo estamos pasando un día muy agradable y con buena compañía.

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Otra vez será.

AÑO 2.005

El año 2.005 hicimos la primera visita organizada de Abdones a la Cueva de Navamuño. En esta ocasión fuimos los hermanos Gómez-Rodulfo Barbero y nos hicimos las ya tradicionales fotografías con el fondo del Valle y en el interior de la Cueva.

A raiz de esta visita, surgió la idea de que se podría colocar una Placa conmemorativa del nacimiento de Jerónimo Abdón en este lugar, para que sus descendientes y todos los caminantes que pasen por aquí lo recuerden.

Estando aquí, impresiona pensar lo que debieron pasar los miembros de esta familia, teniendo que salir de casa, la mujer embarazada, para refugiarse en una Cueva que, seguramente, tuvieron que acondicionar mínimamente, pues, aunque era verano, las noches deben ser frescas en estos parajes y, además, siempre ha sido refugio de ganados y, por su interior, corre un pequeño regato que mantiene una humedad que se refleja en los musgos que cubren parte de sus paredes.

Seguramente quedó impresionado D. Francisco Gómez-Rodulfo López (Abuelo Paco para unos, Tío Paco para otros y Don Paco para muchos bejaranos) en alguna de sus visitas a esta zona, para dar el nombre de Navamuño a su fábrica de Picozos, donde Paco Abdón recuerda que nos bañábamos en la piscina sin haber visto jamás el fondo. Son gratos recuerdos.

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SIGUE NAMUÑO

No quiero dejar de sacar en este Blog a Antonio Caldera, que en las fotos anteriores se había quedado fuera por ser él el fotógrafo y, ya se sabe, el que no sale en la foto, no ha estado.
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Los dos Antonios y Nicolas dentro de la Cueva.
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A continuación una foto que me ha mandado Juanjo Olleros, de un futuro visitante de Navamuño. Se trata de Fernandito Collado Olleros, o se supone, en el que se aprecia su aficción por la naturaleza, nieto de Juanjo y Nieves García-Morales e hijo de Fernando y Beatriz. Que cunda el ejemplo.
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Se agradece el primer comentario recibido de Paco Abdón. Sobre todo porque eres tú el "padre instigador" y el primero que ha adoptado Abdón como segundo nombre.
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CUEVA DE NAVAMUÑO

PRIMERA VISITA

La primera visita a la Cueva de Navamuño, fué gracias a las indicaciones de unos amigos de Candelario que me acompañaron a lo que ellos llamaban Namuño y que lo conocían de toda la vida, así que, un buen día de Julio del 2.002, subimos hasta La Muela y desde allí pude ver por primera vez el Valle, la Cueva, el Glaciar, los Trampales y, al fondo, Hoya Moros, una de las zonas más bonitas de la Sierra de Béjar.

Estos amigos son: Paco Calles, Jacinto González (con cerca de 80 años, pero con la vitalidad de un chaval), Antonio Caldera, y los hermanos Antonio y Nicolás (siento no recordar sus apellidos), a los que quiero agradecer desde aquí su amabilidad por pasarse conmigo toda la mañana recorriendo la zona y luego tomando unos vinitos en Candelario, de los que no me dejaron pagar ni uno.

Al llegar a la Cueva, oimos la voz del Abuelo Jerónimo Abdón preguntándonos porqué habíamos tardado tanto tiempo en volver, que solo pasaban por allí desconocidos y estaba algo triste. Le prometimos ir más a menudo y parece que se alegró con la noticia.

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