domingo, 19 de mayo de 2024

Arqueología

 LUISMI, ARQUEÓLOGO

     Por estas fechas, el año pasado, publiqué en mi perfil de Facebook una curiosidad que me había ocurrido con mi amigo y colega Luis Miguel Sánchez Benito, Luismi para los amigos.

Es una persona con muchas inquietudes y con una constancia a prueba de bomba. Cuando decide iniciar una actividad, lo hace a conciencia, no se limita a hacerlo por encima, sino que se implica totalmente.

Últimamente le he conocido dos, el parapente a motor y la arqueología. El primero le ha llevado a volar toda nuestra zona y le ha servido para fotografiar yacimientos arqueológicos desde el aire para reforzar la segunda.

Sobre esta segunda actividad voy a dedicar este artículo, pues con ella no solo ha demostrado ser un aficionado convertido en todo un profesional, sino que ha dado el paso para convertirse en artista.

Empezó contándome sus aventuras arqueológicas cuando me propuso que le facilitara el acceso a la finca Las Alturas en el término de Plasencia, para ver los restos que hay allí de la época romana. Como esta finca es propiedad de mi prima y vecina María José Cid Delgado, no tuve más que subir a su casa a contárselo y me dejó la llave para que accediéramos a donde quisiéramos.

 

Esta es la casa principal de Las Alturas, antiguo balneario.

 

Y este es el templete que cubre el manantial de agua sulfurosa.

           El manantial de agua sulfurosa de Las Alturas, data de la época romana, que sepamos y se han encontrado en sus alrededores muchos elementos de esa época, como lápidas, aras o restos de edificios. Debió tener mucha importancia entonces y se intentó recuperarla en 1910 haciendo edificios nuevos para balneario e inversiones para vender el agua embotellada, pero al final quedó en estado de semi olvido. Hoy el balneario es la casa principal de la finca y el edificio donde se aloja el manantial está en ruina.

          Pues este era el interés de Luismi, visitar los edificios y los alrededores para catalogar los elementos de la época romana, como ha estado haciendo con los miliarios de la Calzada romana Ruta de la Plata, uno de cuyos tramos discurre junto al caserío de la finca.

          A partir de esta excursión me ha ido explicando cómo se ha dedicado durante años a recorrer esta Calzada para localizar miliarios y otros elementos, catalogarlos y “reproducirlos” en alabastro a distintas escalas.

          Tanto ha sido mi interés por estas actividades, que he conseguido que me entregue uno de sus trabajos: una réplica de un miliario de la época de Adriano, cuyo original se encuentra expuesto junto a la iglesia parroquial de Carcaboso (Cáceres).

 

Este es el momento en el que Luismi me hace entrega del miliario y la documentación donde refleja la inscripción y su traducción del latín al castellano.

 

          La inscripción dice:

IMP CAESAR

DIVI TRAJAN . PAR

THICI F . DIVI . NER

VAE NE POSTRAIA

NUS HADRIANUS

AVG . PONTIF . MAX

TRIB . POT. V COS

III RESTITUIT

CII

           “El Emperador Cesar, hijo del divino Trajano vencedor de los Partos, nieto del divino Nerva, Trajano Adriano Augusto, Pontífice máximo en su quinta tribunicia, Potestad en su tercer Consulado, restituyó la milla Ciento dos.”

 

Foto de la réplica.

 

Miliario de Adriano, en Carcaboso, junto a otros elementos romanos.

          Esta muestra me redescubrió al Luismi artista que desconocía. Y digo redescubrió porque el miliario me lo entregó el año pasado, 2023, pero en el 2017 ya había asistido a la presentación, en el Parador Nacional de Plasencia, de un trabajo hecho también con alabastro.

          Se trataba de la reconstrucción a escala 1:100 del templito romano que se encontraba en lo alto de la Sierra de La Jarilla (Cáceres) y que está completamente destruido, aunque se conserva perfectamente la cimentación y la primera hilada de los muros. El resto está derruido y esparcido por los alrededores.

          A la zoma se la llama Piedras Labradas, en referencia a que las piedras que formaban sus muros eran precisamente eso: piedras de granito labradas.

 

          Pues bien, ha tenido la idea y la enorme paciencia de localizar todas las piezas, medirlas, digitalizarlas y buscar el lugar en el que estaba cada una antes del derrumbe. Con esta información ha construido digitalmente el templo y, no contento con eso, lo ha reconstruido con alabastro.

 

Reconstrucción digital

 

Presentación de la maqueta del templo en Piedras Labradas.

 

Reconstrucción con alabastro.

          Esta zona, un altiplano cerca de la cumbre de la Sierra de La Jarilla, tiene varios manantiales que proporcionan un agua limpia y clara, por lo que deducen los arqueólogos que el templo estuviera dedicado a alguna de sus Ninfas o Diosas del Agua.

          También hay autores que defienden que los musulmanes llevaron el agua desde aquí a Cáparra, ya que está a 10 km en línea recta y hay noticias de que los franceses desarmaron una cañería de plomo en las proximidades, para convertir los tubos en balas.

          Pero la Matrícula de honor se la voy a dar a Luismi con la construcción que nos ha presentado el pasado jueves, 9 de mayo de 2024.

          Todos le hemos alabado la minuciosidad y la paciencia con la que ha estado tomando datos, piedra a piedra de Piedras Labradas, pero cuando hemos visto lo que tenía en el Centro Cultural Las Claras de Plasencia, nos hemos quedado “de piedra” y nunca mejor dicho.

          Ha reconstruido, en alabastro y en escala 1/100, el famoso Arco de Cáparra. El Tetrapylon, ya que está formado por cuatro pilares y cuatro arcos formando un cuadrado y que se ha mantenido en pie en el poblado de Cáparra durante 2.000 años, año más, año menos.

 

Arco de Cáparra, visto por uno de sus frentes, como está en la actualidad.

 

El Arco reconstruido en alabastro en escala 1/100, expuesto en el Centro Cultural Las Claras, de Plasencia.

          Cuatro años ha estado Luismi, ayudado por su amigo y colaborador Álvaro Iglesias, tomando datos y medidas, fotografiando, digitalizando y esculpiendo sillar a sillar para conseguir esta Obra de Arte que nos ha dejado maravillados a todos.

          Hizo la presentación el pasado día 9 de mayo en el claustro de Las Claras, que estaba repleto de personas que no sabían lo que iban a ver y de las que sí lo sabíamos por las conversaciones que habíamos tenido con el artista desde hace tiempo.

          Aun así, la sorpresa ha sido mayúscula, porque no es lo mismo que te cuenten una cosa que verla terminada y rematada.

 

Terminada la presentación nos acercamos a ver de cerca la obra.

 

Una de las características de la reconstrucción es que es desmontable en parte y de esta forma se puede observar cómo está el Arco en Cáparra actualmente…

 

… y cómo estuvo hace veinte siglos.

     Y, para explicar los pasos dados en la construcción de la maqueta y sus características, ha escrito un pequeño libro en el que demuestra sus conocimientos de arqueología y de arquitectura, pues no solamente ha tenido que investigar sobre las formas de estos edificios, de las técnicas constructivas en pilares, arcos y bóvedas, sino también en el manejo de sillares y hormigones.

 

        Lo ha publicado la Sociedad Extremeña de Arqueología y Patrimonio (SEDAP), con sede en Plasencia, que ha vendido los libros en la presentación y ahora se está encargando el mismo Luismi de venderlos personalmente durante un tiempo para cedérselos finalmente a una librería que decida.