jueves, 20 de diciembre de 2018

JOSE MARI BONNAIL

JOSÉ MARÍA BONNAIL OLLEROS
 

     No puedo dejar de hacer referencia a José María Bonnail Olleros, que no pudo resistirse al embate de la última ola, y que se lo ha llevado al más allá.
     Ahora estará navegando por las aguas tranquilas del Espacio.
     Que tengas buen viaje.


sábado, 10 de noviembre de 2018

FAMILIA CID

LA FAMILIA CID ESTÁ DE LUTO
 

     Ayer, día 9 de Noviembre, se celebró, en Béjar, el funeral por Carmen Cid Gómez-Rodulfo, que falleció en Madrid cuando estaba a punto de cumplir 105 años y al que no pude asistir por estar de viaje.
     Hace poco, también se nos fue Leles. Las dos rápidamente, casi sin darnos cuenta.
     Desde aquí las mandamos un cariñoso recuerdo.
     En la foto aparecen las dos en tiempos más alegres.


martes, 6 de noviembre de 2018

ABUELO MAYORGA

EL ABUELO MAYORGA
 

     Mi amigo Jorge Zúñiga, desde Santiago de Chile, me ha pedido que reproduzca en este blog un pequeño artículo que le escribí sobre el Abuelo Mayorga que, como muchos saben, es un muñeco autómata colocado sobre la torre del reloj del Ayuntamiento de Plasencia. Bueno, pues, allá va.

     A Jorge Zúñiga, en contestación a su Email sobre el Abuelo Mayorga de Plasencia.
Plasencia, 18 de Junio de 2018.
     El Abuelo Mayorga es un muñeco “autómata” que se instaló en la torre del reloj del Ayuntamiento de Plasencia el año 1743. El relojero era natural de Mayorga (Valladolid) y por eso la población le puso este nombre.
     En 1811, en una de las muchas incursiones de los franceses en Plasencia durante la Guerra de la Independencia, los soldados franceses lo tiraron al suelo y lo destruyeron en venganza a unos acuchillamientos a afrancesados.
     Parece ser que lo repusieron en 1936, pero, por lo visto el peso que tenía paraba el reloj y lo eliminaron.





     El actual Abuelo Mayorga lo mandó reponer el alcalde Juan Francisco Serrano Pino el año 1973. Fue un buen alcalde y el primero, en mucho tiempo, que se dedicó profesionalmente a la alcaldía. 


     Fue el último alcalde no constitucional. Dio un cambio radical a Plasencia, que pasó de ser un Pueblo, a una pequeña Capital. Reformó el Ayuntamiento recuperando la fachada primitiva y la figura del Abuelo Mayorga.
     Cuando se presentó a las primeras elecciones constitucionales, yo formé parte del grupo que encabezaba: el GIP (Grupo Independiente Placentino) con la condición de no salir de concejal.    Yo tenía una empresa y no podía dedicarme a enredos políticos.
Además, nunca lo he sido. Le di mi apoyo porque vi la transformación que había tenido Plasencia desde que yo llegué hasta esas fechas. Y de su siembra vivieron algunos alcaldes posteriores. Salió como Concejal con un pequeño grupo de compañeros con los que sigo teniendo muy buena relación. Serrano Pino murió hace unos años, un poco olvidado, aunque todos los placentinos lo recuerdan con agrado.
     Hay leyendas y elucubraciones sin sentido sobre este autómata. Una de ellas es que lo donó Leonor de Pimentel por ser Mayorga el pueblo de su padre, pero los que lo cuentan no aportan ningún dato creíble. Primero dicen que Leonor fue esposa de Pedro Zúñiga. Después, como es sabido, Leonor murió el 31 de marzo de 1486 y el edificio del Ayuntamiento se construyó en 1523, así que mal lo hubiera podido hacer.
     Hay otra leyenda sobre un reloj que se llamaba Menorga, pero, como la cuenta D. José Sendín, muy amigo mío, pero poco creíble y no aporta documentación, tendrá que pasar al limbo de los justos hasta que aparezca algún papel que la corrobore.
     Siento decepcionarte, pero aquí no ha intervenido para nada nuestra amiga Leonor, aunque, vete a saber, igual desde el más allá haya influido algo. Ya sabes que estas personas tenían mucho mando en la vida espiritual.
     Te adjunto recortes de artículos, que ya habrás leído en Internet, en los que se dice de todo. También otro en PDF de Inocencio Cardiñanos que está sacado de uno de los tres tomos de Historias Placentinas Inéditas, de Sánchez Loro, al que sí le doy veracidad
porque Sánchez Loro, en esos tres libros, se dedicó a transcribir todos los documentos importantes que encontró en los Archivos de Plasencia para darlos a conocer a los investigadores y tiene muchos muy valiosos. Vamos, como lo que están haciendo Carmen Cascón y Óscar Rivadeneyra en Béjar.



Artículos sobre el Abuelo Mayorga
Os presento al Abuelo Mayorga, un viejo amigo que podéis  conocer en vuestra visita a Plasencia, subido a la Torre Renacentista del ayuntamiento, el primer Abuelo apareció en el año 1743 aunque el que hoy veréis no es el de aquella época. El actual es un abuelote de dos metros de alto y 85 kilos de peso que subió a la torre en los años 70.
La estatua data del año 1973, aunque anteriormente hubo otra, durante la guerra civil, que fue retirada porque retrasaba el reloj.
Varias son las historias que hay de su origen. Una de ellas cuenta que es el reloj quien recibe el nombre de Mayorga y que durante el siglo XV, cuando la ciudad era gobernada por la familia de los Zúñiga, Plasencia recibió de manos de Leonor de Pimentel, esposa de Pedro Zúñiga, el regalo de esta imagen, con el nombre del pueblo del padre de ella (Mayorga, Valladolid).
También se cuenta que el primer relojero era de la localidad de Mayorga y recibió el encargo de realizar el reloj de la Plaza Mayor. Tras ponerlo, se le encargó a un escultor esculpir una figura de una persona mayor con un gorro rojo.


El Abuelo Mayorga, la escultura que desde el siglo XVI preside la torre del reloj del Ayuntamiento de Plasencia se va a someter a una "cura de edad". Durante una semana se va a restaurar tanto su maquinaria como su aspecto externo.
El actual autómata no es el primero que se encuentra sobre el reloj municipal, sino el sexto, y fue instalado en 1973, desde entonces se le han hecho varias reparaciones pero no una restauración completa como la que se le pretende realizar.
El Abuelo Mayorga forma parte de la maquinaria del reloj del Ayuntamiento de Plasencia, que también se llama reloj de Mayorga, que se instala por primera vez en el siglo XVI. El actual Abuelo Mayorga se coloca en 1973 y es uno de los “símbolos de la ciudad” destacaba el alcalde.
            (Ya se ha reparado).


La torre renacentista del Ayuntamiento de Plasencia fue construida en 1546, pero hasta el año 1743 no apareció “El Abuelo Mayorga” como complemento del reloj. Es en esta época en la que se incorporaron personajes autómatas, con movimiento, como aplicación al desarrollo mecánico de los relojes. Lo mismo ocurrió con el “papamoscas” de la catedral de Burgos. El primitivo “Abuelo Mayorga”, fue destruido por los franceses en el año 1811. Se repuso provisionalmente y por poco tiempo en el año 1936. Y el actual “abuelo” se colocó sobre la torre en el año 1972.
“Episodios menos festivos como el horrendo crimen que bajo mis pies cometieron Manuela Rangel y otros vecinos airados acuchillando a los “afrancesados” que estaban prisioneros, en aquél aciago verano del año 1808. En esos años nos invadieron en más de diez ocasiones las tropas francesas y se vengaron en mí haciéndome añicos y quemando mis restos.”
Álvaro de Zúñiga y Guzmán, se casó en segundas nupcias con su sobrina y ahijada Leonor Pimentel y Zúñiga, hija de Juan Alonso Pimentel, conde de Mayorga, y de su hermana Elvira de Zúñiga y Guzmán, en 1458. Leonor murió el 31 de marzo de 1486 en Béjar.


El actual edificio es una reconstrucción historicista, que llevó a cabo el arquitecto José Manuel González Valcárcel en 1966, basándose para ello en el edificio de estilo renacentista que proyectara Juan de Álava en el año 1523, a quien los regidores exigían que se hiciera con portales y corredores.

En su parte izquierda tiene una doble arcada renacentista con el escudo de Carlos I de España. Sobre el otro lado hay una torre-campanario en la que se encuentra el símbolo de la ciudad: el Abuelo Mayorga, un autómata que se encarga de dar las horas a la población.

Palacio Municipal
Presidiendo la plaza mayor se encuentra esta edificación del siglo XVI. De estilo Gótico al renacimiento, posee una doble arcada renacentista en su fachada con escudo de Carlos V en su costado izquierdo. Sobre su torre campanario se observa al personaje más famoso y querido de la ciudad, El Abuelo Mayorga
            El primitivo edificio del Ayuntamiento se levantó entre los años 1517 a 1523 sobre la llamada Casa de la Gradas por el aparejador de obras de la Catedral, Francisco González.

Menorga.
Cierto año del siglo XVII, cuando Plasencia era un crisol de culturas, en los días previos a la feria de junio una buena cantidad de gitanos habían llegado a la ciudad con sus caravanas de mulos y burros. Se encontraban establecidos en las afueras, en el Cachón, en el Olivar, en San Lázaro, en la carretera del Puerto...
Durante los días previos al comienzo de la feria los gitanos varones acicalaban sus caballerías para que estuviesen dispuestas cuando comenzasen los días álgidos de la feria. Por su parte a las mujeres gitanas les correspondía la labor de buscar el sustento familiar pidiendo limosna y es que un caballero gitano nunca extendería su mano para pedir. Las mujeres se presentaban a mendigar vestidas con sus largas faldas, sus blusas y delantales, todos sus hijos van con ellas, a unos los llevaban cargados en las espaldas y a otros de la mano, los niños gritan pidiendo pan para intentar así hacer aflorar el lado más compasivo de los payos y conseguir algún donativo.
El caso es que por un hecho que desconocemos, la justicia aprendió a varias gitanas, estando el corregidor de la ciudad, Francisco Antonio de Salcedo, presente. Hubo un forcejeo con el que las gitanas quisieron zafarse de los alguaciles, momento en el que una de ellas, Ángela Alvara­do, logró escapar corriendo mientras pregonaba por las calles su inocencia. Inmediatamente salió la justicia tras ella, a duras penas pudo llegar a la Catedral, sabía que al entrar en el templo quedaría acogida al sagrado “derecho de asilo”. Pero el corregidor no estaba dispuesto a verse humillado públicamente por una gitana y entró en la catedral junto a los alguaciles y apresó a la fugitiva en la capilla mayor de la Catedral Vieja.
Daban las doce del mediodía cuando sacaban violentamente por los pelos a la gitana del templo, y en ese preciso instante salen de sus rezos en la catedral una buena parte de canónigos y sacerdotes de la ciudad, la gitana al verlos gritó aún más fuerte invocando su derecho de asilo. Los clérigos y seglares al ver el alboroto que se estaba produciendo se acercaron y preguntaron al corregidor por lo que estaba sucediendo, pero este lejos de contestarlos y ebrio de rabia e ira, volvió a agarrar violentamente a la gitana y la sacó a la calle. La muchedumbre comenzó a aglutinarse en la puerta de la catedral, rodeando a las gitanas, alguaciles y corregidor y reivindicando el derecho de asilo de la gitana, el corregidor era el centro de toda la ira de la muchedumbre y es que estos sucesos estuvieron a punto de desembocar en un motín. Pero éste, lejos de amilanarse, ordenó montar a las dos gitanas en sendos pollinos y a la vista de todos y con las espaldas desnudas, fueron apaleadas mientras eran conducidas a la cárcel de la ciudad.
Los religiosos no aceptando tales hechos tomaron cartas en el asunto y fue informado de inmediato el Obispado, su Provisor condenó al Corregidor a la pena de excomunión mayor. Para ser absuelto el excomulgado debía entre otras cosas arrepentirse, pero el corregidor lejos de retractarse y muy enfadado apeló a la Nunciatura de Madrid, pero ésta vino a sentenciar lo promulgado por el Obispado de Plasencia. El Corregidor perdió una causa que duró más de cinco años, la pena a la que fue condenado fue suavizada con la limosna de amigos, y este dinero fue destinado para comprar el reloj de la Catedral.
Pocos placentinos saben que el reloj que hubo en su Catedral fue el regalo de una gitana o lo que es lo mismo: el precio de un juicio y una condena que una sencilla gitana valiente y desafiante, ganó al Corregidor mayor de la ciudad.

Sobre la catedral de Plasencia Pascual Madoz dijo de en 1849: “Plasencia su santa iglesia catedral, que es el edificio más notable en todos conceptos que hay en la ciudad… hay además 3 órganos y un hermoso reloj”
Este reloj de sol que estuvo situado sobre una de sus fachadas se encuentra actualmente en paradero desconocido y poca información existe sobre él, se le conoció con el nombre de Menorga en contraposición con el reloj de El Abuelo Mayorga, situado sobre el ayuntamiento. Lo cierto es que Menorga y Mayorga durante muchos años marcaron las horas que guiaron la vida de los placentinos.

martes, 2 de octubre de 2018

AGRAVIOS CATALUÑA - EXTREMADURA

AGRAVIOS CATALUÑA –EXTREMADURA
 

 
Recopilación de artículos publicados en Internet. (J.R. Alonso de la Torre, EL PAIS, Libertad Digital S.A., etc.).
Jerónimo Gómez-Rodulfo Barbero.
La Restauración Borbónica otorgó a Cataluña un trato de favor, a través de ciertos monopolios como el del Tabaco de Filipinas o el Textil.

En 1850 Extremadura aportaba el 5,2% del PIB de España. Ahora solo lo hace en 1,8%. El declive empezó con la industrialización cuando se empezó a privilegiar a Catalanes y Vascos.
Extremadura desde finales del Siglo XIX. Hay que tener en cuenta que la tierra de conquistadores (aquí nacieron Hernán Cortés, Núñez de Balboa, Pizarro...) aportaba en 1850 el 4,7% de la población de España y el 5,2% del PIB. Es decir, que en aquella economía de base agraria (aún no se había iniciado la revolución industrial) Extremadura era una de la regiones que más aportaba a la riqueza del país, por encima de su representación demográfica. Cuando por ejemplo, Cataluña con el 7% de habitantes contribuía con el 7% del PIB.
En la segunda mitad del siglo XIX, el Estado empieza a apoyar a Cataluña en el proceso de industrialización, otorgándola el monopolio de la industria textil, a través de un arancel proteccionista que hace del resto de España su mercado cautivo, triplicando el precio respecto al textil inglés. Con esa ventaja comparativa otorgada por el Estado a los catalanes y también a los vascos (declarando de interés nacional la siderurgia), el resto del país quedó en desventaja.
Entre 1955 y 1975, 850.000 extremeños tuvieron que emigrar a otras regiones españolas. A las privilegiadas. Hasta llegar a la situación actual, en la que Extremadura representa sólo el 2,3% de la población española y el 1,8% del PIB.
Extremadura no se vio beneficiada por el desarrollismo franquista. La industria (metalurgia, astilleros,
fábricas de coches...) se concentró en Bilbao, Madrid, Cataluña, Valencia, Vigo, Zaragoza, Valladolid, etc... «Extremadura no recibió ningún apoyo a la industrialización que permitiese la transformación de los productos del Plan Badajoz, la única inversión estatal significativa, pero insuficiente, en toda su historia».


Las leyes promocionaban solo la industria catalana o la obligación de las cajas de ahorro de prestar a bajo interés a esa industria catalana (y vasca), pero no al resto y la consiguiente emigración.

Se implantaban en España, de manera sucesiva, el Pacto del Triángulo, la Ley de Cuotas y el Coeficiente de las Cajas de Ahorro, que, resumiendo mucho, venían a significar que si en el resto de España querían comprar hierro o tejidos, tenían que comprarlos en el País Vasco o en Cataluña, aunque fueran dos veces más baratos en Inglaterra; también significaba que no se podían instalar en el resto de España industrias que hicieran competencia a las instaladas en el País Vasco y Cataluña
Finalmente, obligaba a las Cajas de Ahorro de Cáceres, Plasencia, Badajoz o cualquier otro lugar, a prestar dinero a los empresarios de Cataluña y el País Vasco al 3% de interés, mientras que si cualquier español hubiera pedido un crédito, habría pagado intereses al 22%.
 
  Una experiencia personal mía: Proyecté, para un cliente, una Línea de laminado de perfiles de acero en Extremadura y nos la rechazó la Administración porque estas industrias solo se podían instalar en Vizcaya.

En 1966, muchos extremeños tuvieron que emigrar a Cataluña y, desde 1950, Ceclavín, por ejemplo, ha perdido el 65% de su población. Aquellas leyes que se aplicaron en España sin que casi nadie se enterara (Triángulo, Cuotas, Cajas) más los planes de desarrollo de los años 50, dieron resultados demoledores.
En 1850, de cada 100 españoles, cinco eran extremeños y siete catalanes. En 2018, solo dos son extremeños, pero 16 son catalanes. En 1850, de cada cien euros de producto interior bruto español, cinco eran extremeños y siete catalanes. En 2018, de cada cien euros, uno y medio es extremeño, 19 son catalanes.

En 1959, año en el que el Ministro Ullastres sacó adelante su Plan de Estabilización, para liberalizar la economía española, Extremadura rozaba el millón y medio de habitantes, mientras que Cataluña llegaba a tres millones ochocientos mil. Cincuenta años después Cataluña doblaba su población y Extremadura, por el contrario, se estancaba  en poco más del millón, un conjunto envejecido y en regresión.
 
Los Planes de Desarrollo vaciaron el mundo agrario español para transferir su  población activa a los núcleos industriales.
Desde 1960, en década y media, Extremadura perdió más medio millón de habitantes. Más de un tercio de ese injusto desalojo terminó en Cataluña como mano de obra barata.
Los gobiernos tecnócratas del Opus, orquestados por López Rodó, a la sombra de Carrero Blanco, aseguraron abundante mano de obra extremeña para la locomotora industrial española, el papel que el régimen otorgó a Cataluña. Con un modelo ultraliberal, subvencionado y protegido por el propio Estado, creció el tejido productivo de Cataluña, con todo el mercado español a su disposición: fábricas de diverso tipo, de automoción y subsidiarias, de servicios, así como la construcción de los barrios de ensanche, para las oleadas poblacionales llegadas del Sur.

            Me ocurrió a mí, personalmente. Años 70 del siglo XX. Las carreteras en Extremadura estaban imposibles: baches enormes, asfalto arrasado, por no decir de los trazados tercermundistas. La carretera de Plasencia a Cáceres tenía, además, el asfalto levantado en cerca de 20 km por unas obras sin terminar y, así estuvo durante un año. Nos vendían, en una ferretería, parabrisas plegables de plástico transparente para colocarlo sobre el del coche para que las piedras que saltaban de las ruedas de otros vehículos no nos lo rompieran. Después de habernos roto el primero, claro.
      Le pregunté a un técnico de Obras Públicas que por qué no la arreglaban y me contestó: Hemos mandado un presupuesto de dos millones y medio de pesetas y nos han mandado quince mil pesetas diciéndonos: Apañaros como podáis.
     La explicación que les daban bajo cuerda: Es que se está invirtiendo en autopistas en Cataluña.
 
            Cuando en toda España se utilizaba maquinaria moderna, aquí seguían con la escobilla y el caldero con alquitrán.


D.O. Cava. Veto al aumento de producción.
El Consejo Regulador del Cava estuvo trabajando con el Ministerio de Agricultura para restringir las plantaciones de viñedo para cava en toda España. La postura del departamento de gobierno que dirigía Isabel García Tejerina podría congelar el crecimiento del sector en 2018, 2019 y 2020, permitiendo apenas 0,1 hectáreas adicionales por año.
Los productores extremeños no han tardado en alzar la voz. Las explotaciones, concentradas en Almendralejo, ocupan apenas 1.400 de las 35.000 hectáreas de uva de cava que hay en España, lo que supone apenas el 4% del total nacional. Por el contrario, los productores catalanes amasan casi el 90% de las plantaciones, de modo que su influencia en el Consejo Regulador es mucho mayor que la de los empresarios de cualquier otra región española.

Ferrocarril. Las quejas del tren -«viajes tortuosos, eternos, con los cuartos de baño estropeados y sin servicio de cafetería...»-
La UE estaba dispuesta a aportar fondos para la línea de Alta Velocidad que uniría Madrid y Lisboa. Antonio García explica lo que pasó: «En 2004 nos la volvieron a jugar. Bruselas publicó el mapa de líneas estratégicas y consideró que el Eje 16 (para mercancías: Sines [Portugal]-Madrid-París [por los Pirineos]) que atravesaba Extremadura era prioritario. Pero el Gobierno de Zapatero lo cambió por el trazado del Mediterráneo (Algeciras-París por Cataluña) para satisfacer a los nacionalistas catalanes.
El tren de Extremadura viaja a otros tiempos. Al siglo XIX, en concreto, cuando se instalaron las traviesas de madera del 15% de las vías por donde el tren va a una velocidad de otra época. Los 400 kilómetros que separan Badajoz de Madrid se recorren en seis horas en trenes diésel de media distancia sin cafetería y con tendencia a averiarse.

Retrasos continuos, averías frecuentes, descarrilamientos, incendios, paros en mitad del campo, falta de calefacción y de climatización, traslados en autobuses, trenes viejos que quieren sustituir por otros “menos viejos”…
Hay tramos provinciales y zonas en varias regiones de España con una situación comparable en precariedad. En tiempo y distancia de trayecto desde Madrid, los habitantes de Bilbao sufren casi tanto como los pacenses. Pero el presidente de Renfe, Juan Alfaro, reconoce que "como comunidad autónoma la peor infraestructura y servicio es la de Extremadura". En el viaje de Madrid a Badajoz, la velocidad del tren baja hasta los 30 kilómetros por hora y nunca supera los 160.

El 28 de octubre de 1848 se inaugura el ferrocarril con su salida oficial de la estación de Barcelona y la llegada a Mataró.
            El tramo Béjar-Salamanca sería puesto en servicio el 25 de abril de 1896 y el tramo Salamanca-Astorga, por Zamora (Ruta de la Plata) en julio de 1896, siendo después clausurada el 30 de septiembre de 1984. Y sigue cerrada.
            Béjar era el mayor Centro Textil del oeste de España ya antes de la Ley de Cuotas. Aun así, el tren tardó en llegar 48 años más que a Cataluña, con lo que el retraso tecnológico y comercial se hizo patente, sobre todo porque no se construyó una conexión directa con Madrid y se estaba a expensas de trasbordos costosos y tardíos.
            A estas alturas del siglo XXI, Extremadura no tiene ni un km de Tren de Alta Velocidad.

            En Extremadura se trabaja mucho y bien. Hay industrias y agricultura con las técnicas más modernas, pero las Administraciones no hacen más que poner trabas. Aun.


 Ferrocarril del siglo XIX. De los últimos en llegar.




Ferrocarril del siglo XXI. De los últimos en llegar y líneas eliminadas.
La línea negra es el AVE. Y ya se ha terminado el Corredor del Mediterráneo, mientras el de Extremadura, duerme el sueño de los justos.





            La Constitución quiso solventar el problema tratando de igualar a las distintas Comunidades Autónomas proponiendo inversiones en las atrasadas, pero, ahora, los independentistas catalanes y vascos propugnan del “Derecho a decidir” sobre lo suyo y sobre lo de los demás y se quieren separar de España sin colaborar en la equiparación de inversiones y oportunidades entre Regiones.