domingo, 20 de marzo de 2016

LOS ABDONES



SUSI
Ayer se nos fue, en Salamanca, nuestra hermana Susi.
Hace nada, aunque ya teníamos algunos avisos, seguía como siempre, y así la queremos recordar.

     El lunes, 21 de Marzo, se la ha incinerado y hoy, día 22, llevaremos sus cenizas al cementerio de Béjar.
     Después la diremos una misa en la parroquia de San Juan.

     Miguel Herrada Gómez-Rodulfo y su familia no pudieron venir y nos mandaron con sus padres y con su hermana unas bellas palabras que quiero reproducir aquí.

 Miguel, Sílvia y Quim, el día de la boda de Susana y Javier

La "tita" Susi
     La tristeza es enorme por la pérdida de la "tita" Susi. Pero no. no dejaremos que nos venza la tristeza. porque todo lo bueno que nos dió nuestra tía, vuestra hermana, durante todos estos años, es tan luminoso y tan presente que sería injusto sepultarlo. Prefiero ponerlo en primer plano. Y pedirle a los recuerdos que campen a sus anchas, que nos habiten y nos mejoren. Estos son algunos de los mios, resumidos en tres palabras.
GAVIOTA.
     Una gaviota de madera colgando del techo de su casa de Galapagar. Siempre en un equilibrio precario. Tirabas de la cuerda y pensabas que se vendría abajo. Pero aguantaba, sorprendentemente. No tires más, ya es suficiente. Y tirabas otra vez de la cuerda, a escondidas. En esa casa de Galapagar siempre soleada, decorada con el buen gusto característico de Susi. En permanente puesta a punto. Este mueble aquí. Al año siguiente, allí. Esto lo he pintado y ahora queda mejor. El gusto por los detalles, por ofrecer una buena impresión, por dar una cálida bienvenida.
     Esa casa de Galapagar a la que siempre queríamos volver. No por la gaviota, aunque era divertida. Ni por Majita, que era un demonio. Queríamos volver por la "tita" Susi. Porque llenaba de luz aquella casa y nos llenaba de sonrisas.
URDIMBRE
     Esta palabra tan extraña la descubrí con Susi, una mañana en el desván de la casa de Béjar. Nos enseñó a mi hermana y a mí a hacer un tapiz. Uno de verdad. Con las herramientas adecuadas y el tiempo necesario. Cada día, un poco. Urdimbre. Telar. Trama. Trabajando con paciencia, con hilos de colores irreconciliables. Nos quedó muy bien y todavía hoy lo tenemos colgado en una pared. Y nos sentimos mayores, un poco adultos, en aquella actividad que era a la vez juego y artesanía. En aquel taller lleno de telares donde Susi cultivaba una de sus pasiones. Siempre fue un espíritu inquieto y creativo.
PEINETA
     Una de las anécdotas de Susi, siempre divertida. Resulta que una vez. yendo en coche, la paró una pareja de la Guardia Civil. Discutió con el agente y, al reanudar la marcha, sacó el brazo por la ventana y le regaló al del tricornio una "peineta" a modo de despedida. Fue un gesto casi espontáneo, una pueril rebeldía. Pero el agente no se resignó y se inició una persecución. Cuando la volvieron a parar para pedirla explicaciones... ¡qué rapidez mental!... Susi les recibió con jovial sonrisa y fingiendo una cierta malformación en la mano que hacía que los dedos le quedaran de forma natural en la posición supuestamente ofensiva... El agente enrojeció y le deseó a Susi un feliz viaje, sin más. Recuerdo como si fuera hoy cuando nos lo contaba, y el impacto que me causó su agilidad mental.
     Gaviota. Urdimbre. Peineta. Estos tres recuerdos son muy pequeñitos ante la magnitud de la pérdida de nuestra querida Susi. Pero hoy me han venido a visitar y me siguen acompañando, junto con otros muchos que me guardo para mí. Y se me pone una sonrisa en los labios que imagino que es un poco de su sonrisa, de la que me contagió cada vez que estuvimos juntos. Y me da ganas de seguir viviendo para hacer justicia a todo eso. No sé que clase de justicia. Por ella y por nosotros. Porque sus recuerdos están tan vivos que morirse del todo es imposible.
     Miguel Herrada
     21 de marzo de 2016