ACCIDENTE EN NAVAMUÑO
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Corría el año 1.809, allá por el mes de Julio, cuando una familia formada por Juan Francisco Gómez Rodulfo y su esposa Teresa Hernández-Bueno, acompañados de un mulero, subían desde Béjar hacia el Valle de Navamuño para buscar cobijo en la Cueva, huyendo de las tropas francesas que bajaban arrasando poblaciones.
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Teresa estaba en el último mes de embarazo de su futuro hijo, el que sería nuestro querido Jerónimo Abdón.
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En un momento de la ascensión, la caballería de Teresa dió un mal paso y cayó al suelo, haciendola caer también a ella.
Juan Francisco, al ver el desaguisado, bajó de su cabalgadura y salió corriendo para socorrer a su esposa.
Pero, el mulero, que había estado al tanto y evitado con su intervención que la cosa pasara a mayores, poniéndose delante de él, le dijo pausadamente:
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¡Tranquilo! No tenga usted cuidado, porque... ¡No se la ha visto nada!
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1 comentario:
Qué buena la cara del mulero!!! Nos lo has recreado tan bien que nos da la impresión de estarlo viviendo, caso como las escenas de un film.
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