martes, 18 de octubre de 2011

LOS ABDONES

ADIÓS A ÁNGEL

"Desde pequeño le gustaron las alturas de la sierra: el siguiente paso era volar; ahora se nos ha ido al cielo". "Un abrazo de consuelo a Concha e hijos, a los Gómez-Rodulfo, los García de Castro y los Abdones en general".

Es la despedida que Paco Abdón Fochs ha mandado a Ángel a través de este blog y que seguro que lo está leyendo.





Ángel y Paco Abdón Fochs









Hace un par de meses estaba yo mandando correos a todos los Abdones para juntarnos en la Cueva de Navamuño, haciendo cálculos para que no coincidiera la fecha de la subida con la que utilizaba Ángel Gómez-Rodulfo Delgado para reunirse con sus hermanos en Tornavacas. El año pasado, por circunstancias raras, coincidieron y no pudo venir y así me lo comunicó, y este año, ya ves.

Le gustaba venir con Concha todos los años que podía. No en vano fue uno de los que participó activamente en la colocación de la Placa conmemorativa los dos años que nos costó ponerla.






Grupo de Abdones en la Cueva de Navamuño en la primera intentona de colocación de la Placa Conmemorativa








El día de la colocación de la Placa, al año siguiente












Ángel, comprobando el estado de la Placa












Ángel, Concha y yo, en Navamuño









Es que la Sierra ha formado una parte muy importante en su vida y consiguió transmitirnos y traspasarnos a sus amigos su afición. Claro que nosotros nos quedamos a medio camino:

Organizaba excursiones y travesías a las que íbamos los demás, unas veces sí y otras no.


Tuvo una gran afición a esquiar y otros apenas aprendimos a caernos bien.





Salto de esquí, poco antes de la subsiguiente bofetada






Nos sigue gustando subir a la Sierra y el ha conseguido tener una propia, hasta el punto de que la ha escogido como última morada, a donde le llevará su familia para confundirse con ella hasta el final de los tiempos.






La Garganta de San Martín (Tornavacas), desde el Chalet







Sus amigos nos acordamos todavía de los buenos ratos pasados con la pandilla, en la Fábrica, de garulla, los guateques, las primeras visitas a Fuentes, las noches del Casino, las verbenas en el coche del padre de Paco Sacris, en las bicis, en la motos y, desde luego, en la Sierra, o mejor, en las Sierras: Béjar, Tornavacas, Gredos, las vacas, Chamorro, la semana sin salir del refugio por la ventisca, a base de coñac.

Íbamos seguros porque se conocía el terreno, casi siempre, pero sobre todo porque guisaba muy bien. Allí nos enseñó eso de “una de arroz y dos de agua”, aunque algunos no lo hemos aplicado en la vida. Y el plato combinado de sus truchas y mis perdices. Con coñac.







Primeras visitas a Fuentes










Noches de juerga y desenfreno (honrado) en el Casino








Ángel, Cristina, Juanjo y Manolo Zúñiga, en Los Viñazos











Una de arroz y dos de agua.
Chupao










El resultado:
Chupe de dedos.









Ahora estará subiendo a algún monte en algún sitio con Manolo Zúñiga. ¡Qué pronto os habéis largado, mecaguenlamar!.

Por lo menos habéis dejado aquí una buena representación.

Concha, Alfonso, Celia, María, Marta, Ángel, Adrián y Telmo, seréis los continuadores de su vida a través de la vuestra. ¡Que se os oiga bien!






En familia, con Concha, hijos y nietos









Mandamos un fuerte abrazo, también, a sus hermanos.




De jovencito, con sus padres y abuelas








1 comentario:

Ramon Gómez-Rodulfo dijo...

oJero me ha emocionado tu recuerdo de Angel. Muchas gracias. Ramón Gómez-Rodulfo