LOS ABDONES

 CAL Y ARENA

   Cuando iniciamos este blog, la idea que teníamos era dar constancia de la existencia de nuestro tatarabuelo Jerónimo Abdón y tratar de localizar a todos sus descendientes.

   La tarea no es fácil, porque somos muchos y porque muchos no saben ni sospechan que descienden de esta Rama bejarana. También hay un porcentaje alto que no le da la importancia que nosotros a esto de los parentescos.

   Afortunadamente, nos hemos llevado la agradable sorpresa de que otros muchos, muchísimos, habéis atendido nuestra llamada y nos habéis mandado muchísima información, fotos, datos, e incluso hemos conectado personalmente, con lo que este blog, además de un documento extraordinario, ha sido y está siendo la base de una Gran Familia y un estupendo centro de comunicación entre parientes más o menos lejanos, pero desde este blog, muy cercanos.

   Pero, debido a mi falta de constancia, a lo atareado que me tienen mis nietos los fines de semana, que es cuando más tiempo dedico a estos menesteres, y a que las noticias de parientes están sufriendo una crisis parecida a la económica, desde el mes de Diciembre no he vuelto a publicar ninguna página.

   Ahora, volvemos a la carga con algunas novedades que, por su carácter contradictorio, hemos denominado CAL Y ARENA.

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   La primera buena noticia nos la envió nuestro Abdón colaborador José Gabriel García-Rodulfo.

José Gabriel García-Rodulfo y Jerónimo Gómez-Rodulfo

    Se trata de la continuidad de este apellido, ya que ha nacido el que le va a mantener en la tercera generación: Manuel García-Rodulfo Infante.
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Bautizo de Manuel García-Rodulfo

   Manuel es hijo de Javier García-Rodulfo Díaz y de Teresa Infante Ruiz que, a su vez vienen de Juan Luis García-Rodulfo Fernández y de Elena Díaz de Andrés.
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Boda de Javier García-Rodulfo y Teresa Infante

   Los ascendientes son:

José Gabriel García Fernández e Isabel Gómez-Rodulfo Barrio.

Ángel Gómez-Rodulfo Ibarbia y Ana María Barrio Salamanca.

Juan Gómez-Rodulfo Yagüe y Elisa Ibarbia.

Jerónimo Abdón Gómez Rodulfo y Ana Yagüe López.

¡Muchas felicidades a sus padres y abuelos!

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   La segunda noticia se refiere a otros dos niños. Bueno, niño y medio, porque uno ya ha nacido y otro está por venir.

   Ha nacido Quim (Joaquim) Herrada Fornells, hijo de Miguel Herrada Gómez-Rodulfo y Sílvia Fornells Martí.

   Ya, directamente, pasamos a los ascendientes:

Enrique Herrada Lillo y María del Carmen Gómez-Rodulfo Barbero.

Jerónimo Gómez-Rodulfo Brugués y Carmen Barbero Guevara.

Jerónimo Gómez-Rodulfo López y Susana Brugués Petit.

Francisco Gómez-Rodulfo Yagüe y Ana López Yagüe.

Jerónimo Abdón Gómez Rodulfo y Ana Yagüe López.

¡Felicidades también a padres y abuelos!
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Miguel Herrada y Sílvia Fornells con Quim

.A su lado Ya Li, que tendrá dentro de poco a Leo

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   El niño que está por nacer, Leo Gómez-Rodulfo Li, será hijo de Miguel Gómez-Rodulfo Javier y Ya Li.

Ascendientes:

Pablo Gómez-Rodulfo Barbero y Gloria Javier Fernández.

Jerónimo Gómez-Rodulfo Brugués y Carmen Barbero Guevara.

Jerónimo Gómez-Rodulfo López y Susana Brugués Petit.

Francisco Gómez-Rodulfo Yagüe y Ana López Yagüe.

Jerónimo Abdón Gómez Rodulfo y Ana Yagüe López.

¡Felicidades también a padres y abuelos!

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   En el Capítulo ARENA están los fallecimientos de “Carmen Ro” y de mi hermano Pablo Gómez-Rodulfo Barbero.

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Carmen Rodríguez Zúñiga

   María del Carmen Rodríguez Zúñiga, tía Carmen para unos y Carmen Ro para muchos, ha fallecido hace un mes y en Julio cumpliría 99 años.

   En 1988 enviudó de Lorenzo Cid Gómez-Rodulfo con el que tuvo cuatro hijos:

Vicente, María del Carmen, Lorenzo e Isabel.
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Carmen Ro con sus cuñadas Cid Gómez-Rodulfo

   A todos ellos les enviamos un fuerte abrazo, así como a los demás familiares:

Nelda López y Tatiana.

Fernando López, Ana, Beatriz, Alvaro y María.

Ramón García Morales, Ramón, Carmen y Mónica.

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   Pablo Gómez-Rodulfo Barbero ha fallecido el pasado 28 de Abril después de una rápida e inesperada enfermedad, a punto de cumplir, en Junio, los 63 años.

Pablo Gómez-Rodulfo Barbero

   Por decisión propia ha sido incinerado y, probablemente, dentro de poco viajará por las aguas del Cabo de Gata.

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   Sus hermanos y amigos le han dedicado unas hermosas palabras de despedida que no me resisto a repetir aquí.

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Su amigo Rafael Berchez Gómez:

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Definitivamente, duerme un sueño tranquilo y verdadero,

querido padre, compañero, abuelo, hermano, tío, amigo…

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Su hermano Chago le dedicó una poesía de José HIERRO.

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Aquel que ha sentido una vez en sus manos temblar la alegría

no podrá morir nunca.

Yo lo veo muy claro en mi noche completa.

Ahora el aire, allá arriba, más alto que el suelo que pisan los vivos

será azul.

¡Será ya primavera allá arriba!

Pero yo que he tocado una vez las agudas agujas del pino

no podré morir nunca.

Morirán los que nunca jamás sorprendieron

aquel vago pasar de la loca alegría.

Pero yo que he tenido su tibia hermosura en mis manos

no podré morir nunca.

Aunque muera mi cuerpo, y no quede memoria de mí.

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Pablo, en uno de sus muchos viajes a donde fuera

Su sobrino Miguel Herrada G-R, en nombre de la familia Gómez-Rodulfo:

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Es imposible decir esto con palabras.

Tal vez sería mejor callarse y mirarse a los ojos limpiamente.

Hoy lo ojos dicen muchas más cosas.

Como los ojos de Pablo: padre, hermano, compañero, abuelo, tío…

Ojos de hermosa humanidad.

A veces irónicos, a veces acompañando una risa ancha y desacomplejada, siempre cariñosos y cercanos.

Ojos y voz. Conversaciones apasionadas, saboreadas. De viajes, de política, de lo que fuera. Consejos, buenos y malos. Complicidad. Amor. Humor.

Hoy no sirven las palabras. Pero sí la piel, que traduce mucho mejor algunas sensaciones. Hoy se nos pone piel de gallina y notamos un escalofrío cuando recordamos tanta vida y tantas vidas con Pablo.

Valió la pena, claro que sí.

Es imposible decir esto con palabras. Hoy nos miramos a los ojos y está todo dicho: tenemos amor, tenemos cariño.

Que el recuerdo de Pablo, su contagiosa jovialidad, su vitalidad inagotable, su ternura, su sana “mala leche”, nos acompañe por mucho tiempo.

Y que sepamos ser dignos de su confianza en nosotros.

No digamos nada más. Que hablen los ojos. Respiremos hondo… y que todo siga su curso.

La foto que se hizo y que utilizamos para el Monumento al Abdón