CARMEN CID GÓMEZ-RODULFO
Tal como prometimos, nada más recibir las fotos que nos ha mandado Santi García Cid, nos hemos puesto manos a la obra para homenajear a tía Carmen Cid Gómez-Rodulfo por cumplir cien años en perfecto estado.
El sábado, día 23 de Noviembre de 2013, se reunieron los sobrinos alrededor de Carmen en los salones del Hotel Wellington de Madrid, donde se dieron una opípara, creo que comida.
De los hermanos, solo asistió Rufi, por culpa de un inoportuno catarro de Pepe. Es lo que se lleva estos días.
A los postres, sobre la tarta un expléndido número 100, en rojo, como a mí me gusta, UN SIGLO. Y tan fresca.
María del Carmen Cid Gómez-Rodulfo, con el número cien de su cumpleaños.
Carmen en el momento de ser felicitada por la familia.
Como remate de fiesta, se fotografiaron con ella los distintos grupos familiares.
La primera foto, con todos los asistentes. Por cierto no sabemos quien manejaba la máquina. Por la situación de Santi, seguro que había trípode.
Por orden de antigüedad, primero la familia Cid Rodríguez.
A continuación, la familia Cid Delgado nº 1.
Les sigue la familia Galindo Cid.
Después viene la familia García Cid.
Los quintos son la Familia Cid Delgado nº 2.
Y por último, la familia Delgado Cid.
Parece ser que las mesas estuvieron muy animadas, así que si quereis ver las fotos que hizo Santi, podeis entrar en la siguiente dirección de Internet.
https://www.dropbox.com/sh/7zml1z6nxko2lc4/S17Rfb0ysL
Y a Carmen, MUCHAS FELICIDADES.
CENTENARIOS
En la entrada dedicada a Carmen Cid Gómez-Rodulfo, nos propusimos hacer un recordatorio de todos los Abdones y Abdas que, en este año 2013, han o hubieran cumplido cien años.
Naturalmente, vamos a hacer referencia de los que tenemos en el archivo, así que si alguien tiene conocimiento de alguno que no está, nos lo puede decir y lo incluiremos gustosamente.
El primero que tenemos en lista, es José Pamo Torres, que es Abdón por estar casado con Ana María Faure Pérez.
Nació el 19 de marzo de 1913 en Béjar y todos recordareis que era médico y vivía en la Plaza de San Juan.
Sus hijos son José María, Enrique, Ana María, Saturnino Pedro, María del Carmen, María Teresa y Juan Pamo Faure.
José María Pamo y María del Mar Larrauri con Jerónimo Gómez-Rodulfo Barbero, en la Cueva de Navamuño.
El segundo es Fernando Godoy Soler-Espiauba, nacido en Almería el 24 de marzo de 1913 y fallecido el 1 de julio de 1971, en Madrid.
Es Abdón por estar casado con Carmen Gómez-Rodulfo Barrio.
Son padres de Isabel, Ana María, María del Carmen, Fernando, Rafael, Lucía, Cristina, Marta y Javier Godoy Gómez-Rodulfo.
Carmen Gómez-Rodulfo Barrio con sus hijos
La siguiente, Amparo Rodríguez Álvarez, Abda de toda la vida, nació el 11 de abril de 1913, suponemos que en Béjar, y se nos fué el 3 de junio de 2010, a las puertas de ser centenaria.
Se casó con Isidro Fochs Nuibó con el que tuvo tres hijos: Isidro, Ramón y Francisco Fochs Rodríguez. Francisco, como todos sabeis, es nuestro Diplomado Paco Abdón.
Amparo Rodríguez Álvarez con sus hijos Tito, Mon y Paco Fochs.
Esta foto es lo más parecido a una foto familiar que he encontrado.
A continuación tenemos a Ramón Herrada García, esposo de Rafaela Lillo Prado, que nació el 15 de julio de 1913 en Madrid y falleció el 4 de mayo de 1998.
Ramón es Abdón porque es suegro de Maria del Carmen Gómez-Rodulfo Barbero, mi hermana, que está casada con Enrique Herrada Lillo. Enrique tiene una hermana: Aurora.
María del Carmen Gómez-Rodulfo Barbero y Enrique Herrada Lillo
La siguiente por orden de calendario es Carmen Rodríguez-Zúñiga Talens, ¡vamos! Carme Ro, para entendernos.
Nació en Carcagente el 20 de julio de 1913 y falleció en abril de 2012. También estuvo a punto de ser centenaria.
Se casó con el bejarano Lorenzo Cid Gómez-Rodulfo y tuvieron cuatro hijos: Vicente, María del Carmen, Lorenzo e Isabel Cid Rodríguez.
Carmen Rodrígez-Zúñiga y Lorenzo Cid Gómez-Rodulfo
El siguiente fichado es Fulgencio Hidalgo Díez, nacido el año 1913 y fallecido el 1972, sin datos de día ni mes.
Estaba casado con Amelia Rubiales Hidalgo y vivian en Berzocana (Cáceres).
Era el padre de Juan Hidalgo Rubiales, casado con María Asunción Carnicero Gómez-Rodulfo. No recuerdo el nombre de los hermanos de Juan. Mª Asunción es hermana de Ana María.
Juan Hidalgo Rubiales y María Asunción Carnicero Gómez-Rodulfo
El último del que tenemos referencia hasta ahora es Tomás Liniers Pidal, casado con Adela Bernabéu Espuñes, que nació el año 1913 y falleció en 1897.
Es el padre de María Isabel Liniers Bernabéu, casada con el Abdón Juan Carlos Monfort Gómez-Rodulfo.
Sé que Juan Carlos e Isabel viven en El Escorial (Madrid), pero desconozco de donde era Tomás.
Tampoco tengo fotos de ellos.
Ya conocemos la fecha en la que María del Carmen Cid Gómez-Rodulfo ha cumplido los cien años; el pasado 24 de noviembre. Nació en Béjar el 24 de noviembre de 1913 y, ahora, vive en Madrid.
Su marido Pedro Redondo Gómez, nació en Peñaranda de Bracamonte y vivieron en Madrid.
No tuvieron hijos.
El sábado, se reunieron con ella los sobrinos y, a lo mejor, su hermana Rufina. Su hermano Pepe no ha podido ir por un catarro fruto del tiempo.
Cuando nos manden las fotos del evento lo subiremos a este blog. De momento vuelvo a poner la foto donde están los hermanos.
Los hermanos Cid Gómez-Rodulfo con la familia.
EL TRIBUNAL DE ESTRASBURGO
Mira que hice promesa formal de no salirme de los temas relacionados con la familia de Los Abdones o que estén ligados a ellos de alguna forma, aunque sea lejana, pero sin meterme en berenjenales de las noticias nacionales (política, economía, sucesos, etc.), pero esta vez no tengo más remedio que soltarlo.
Me refiero a la sentencia que ha dictado el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH; también denominado Tribunal de Estrasburgo y Corte Europea de Derechos Humanos) sobre la abolición de la llamada "doctrina Parot", que parece que el tal Parot es un célebre jurista y no es más que un vulgar criminal.
Edificio del Tribunal de Estrasburgo
Parece ser que el Tribunal Europeo ha decidido aplicar la Letra de la Ley, en lugar del Espíritu de la Ley, un error tan grave, que va a poner en la calle a un montón de asesinos y violadores convictos, porque no salen porque haya una duda razonable de su culpabilidad, sino porque se aplica la Ley de forma incorrecta.
De toda la vida es la frase "Tan malo es no aplicar la Ley, como hacerlo al pié de la letra" y es que el texto de las Leyes no es capaz de abarcar la enorme variedad de desmanes que se les ocurren a los criminales y siempre hay algún agujero por donde se cuelan, ayudados por abogados sinvergüenzas y jueces funcionarios que no ven más allá de los papeles que les ponen delante.
Independientemente de la frase "al enemigo, ni agua", hay algunos jueces, entre los que están los del Tribunal de Estrasburgo, que, en lugar de juzgar "con el Espíritu de la Ley", lo hacen solamente "con la Letra de la Ley" y el Espíritu de la Ley dice que a los criminales ha que castigarles con la pena que han merecido. Y ahora no hay ninguna sospecha de que los juzgados, en general, estén sometidos a los caprichos de los dictadores de turno.
El Tribunal Europeo de los Derechos Humanos, dictando sentencia
Claro que los políticos que nos gobiernan han legislado una chapuza y que las Leyes tienen errores y cláusulas obsoletas, pero para eso están los jueces, para aplicarlas corréctamente y adecuarlas a la Justicia y no solo a la Letra, muchas veces errónea, y, si es necesario "crear jurisprudencia".
¡Vamos! Un criminal condenado a 3.000 años de prisión, no puede salir a los veinte años sin arrepentirse de sus delitos y riéndose de los familiares de sus víctimas, por una aplicación estricta de la Letra de la Ley.
Sin comentaros
Señores jueces, para aplicar la Ley al pié de la letra, no hacen falta Abogados con carreras y oposiciones. El Conserje de los Juzgados, leyéndose la Leyes, podría dictaminar sobre la marcha y sería todo mucho más rápido. ¡Y más barato!
Ya sé que algunos me reprocharán que hay que respetar la Ley y acatarla y les digo que sí, pero les digo que hay que respetar la LEY, es decir, la JUSTICIA y lo justo es que un criminal condenado a una pena no salga de prisión por hábiles interpretaciones de los abogados o porque la letra de las Leyes no haya podido abarcar todos los supuestos que hay ahora y que habrá en el futuro.
Y recuerden jueces y no jueces: Los ciudadanos también tenemos Derechos Humanos y uno de ellos es protegernos de los criminales no haciéndoles favores de los que, seguro, nos arrepentiremos.
MARÍA DEL CARMEN CID GÓMEZ-RODULFO
El próximo día 24 de Noviembre de 2013, cumple cien años la Abda María del Carmen Cid Gómez-Rodulfo. Nada menos.
Con este motivo, la familia Cid se reunirá en Madrid el día 23, sábado (todos los santos tienen octava).
Entre los actos a celebrar, el primero es una misa en las Carmelitas de Ayala a la que asistirán los hermanos y los sobrinos.
Carmen Cid Gómez-Rodulfo
Carmen nació en Béjar el 24 de Noviembre de 1913. Sus padres fueron Eduardo Cid Sánchez-Matas y Rufina Gómez-Rodulfo López y tuvieron once hijos, ocho de los cuales están en la siguiente fotografía.
La familia Cid Gómez-Rodulfo al completo por los años 50-60
Carmen en distintos momentos de su vida
Se casó en 1944 con Pedro Redondo Gómez, de Peñaranda de Bracamonte, que era Juez y murió en Madrid el 14 de Noviembre de 1970. Tenía la Medalla de San Raimundo de Peñafort y no tuvieron hijos.
Esta es una foto relativamente reciente.
Esta con sus sobrinos Santiago y Vicente García Cid a quien llamo "los fotógrafos de la familia Cid".
Y esta con sus hermados José María y Rufi, su cuñada Olalla y sus sobrinas Anita y Mamen.
Por un despiste, no he mirado en los archivos quienes de los Abdones y Abdas cumplen este año el siglo, pero lo arreglaré en pocos días.
De momento tengo que agradecer el aviso a Jose Cid Delgado que está siempre pendiente de estas cosas y me ha avisado con tiempo.
Y, sobre todo, quiero felicitar a tía Carmen por su centenario encontrándose tan bien y desear a todos los asistentes al cumpleaños que lo pasen muy bien y que me manden fotos. Jose ya me lo ha prometido.
DON GONZALO DE ZÚÑIGA Y LEIVA
Hace unos días se ha publicado en Plasencia un magnífico libro titulado Los Obispos de Plasencia. El autor es D. Francisco González Cuesta, canónigo archivero de la Catedral y un erudito en cuestiones históricas.
Está editado en dos voluminosos tomos y en él no solo se habla de todos los Obispos que ha tenido la diócesis, a la que pertenece Béjar, sino que hace también un recorrido por la historia de la ciudad, su alfoz y sus personajes, con datos y anécdotas que, para todos los que tenemos afición a estos temas, es una gozada.
D. Francisco presentando el libro ante el Obispo y autoridades.
A pesar de su extensión, su lectura es muy fácil e interesante, ya que no solo se limita a dar noticias frías, sino que publica documentos de otros autores, los contrasta y, en mucha ocasiones, da su opinión, por cierto, muy documentada.
Uno de los Obispos que siempre me ha llamado la atención y del que da muchas referencias, es D. Gonzalo de Zúñiga y Leiva, perteneciente a esta familia que tanta trascendencia ha tenido en Béjar y Plasencia.
Nacido en Palencia, era el más pequeño de los hijos varones legítimos de D. Diego López de Zúñiga, quien recibió la villa de Béjar a cambio de la de Frías y de su primera esposa Juana García de Leiva (la segunda fué Constanza Barba Manuel).
El padre era corregente de Castilla, miembro del consejo regente durante la minoría del rey Juan II de Castilla, justicia mayor y alguacil mayor de Castilla, primer señor de Béjar, Monterrey, Baídes, Bañares, Zúñiga, Mendavía y otras villas más y su madre era señora de Villabaquerín, hija de Sancho Martínez de Leiva, llamado "Brazo de hierro", señor de Leiva, vasallo del rey de Castilla y del rey de Inglaterra y de su esposa la princesa Isabel, hija del rey Eduardo III de Inglaterra.
Su hermano mayor era D. Pedro López de Zúñiga y Leiva, justicia mayor de Juan II, conde de Ledesma y Palencia y señor de Béjar, al que ayuda D. Gonzalo en la detención del Condestable de Castilla D. Álvaro de Luna.
Nació en 1397 y pasó su infancia en Sevilla junto a su hemana Leonor. Por ser el menor, su padre le destinó a hacer carrera en la Iglesia y, siendo menor de edad, fué nombrado Obispo de Plasencia, llevando su padre, en nombre de su hijo, la administración de las fabulosas rentas que tenía el cargo. (Estos nobles, siempre tan desinteresados. Nota mía).
Catedral de Plasencia
Grabado de Plasencia. J. Durond. 1843
A lo largo de su vida tuvo cuatro hijos con Doña Juana de Leiva, parienta suya. Sus hijos (descendencia sacrílega según algunos autores) Diego, Mencía, Íñigo y Juana, fueron criados en casa de su hermana Leonor de Zúñiga y Leiva, casada con Alonso Pérez de Guzmán, señor de Almonte, Lepe y de La Redondela.
El nombramiento de Obispo lo hizo el Papa Luna (Benedicto XIII) cuando era Arcediano de Sevilla y bachiller en Derecho, por lo que D. Gonzalo fué de los pocos prelados que continuaron ayudándole e incluso le visitó en Peñíscola después de su deposición.
El Papa Martín V le depone por ello, pero se hacen funcionar las recomendaciones y en poco tiempo el mismo Papa le rehabilita y aquí no ha pasado nada, a pesar de que a su sustituto temporal, Gutierre de Guadalajara, le recibieran a pedradas. "Hubo luchas en las calles, chocaron los dos ejércitos, fueron profanados los lugares sagrados, se robó, se mató, se incendió y la ciudad se dividió en dos bandos" (Fr. Justo Pérez de Urbel).
Hizo construir en Béjar su palacio conocido por "La Casa Obispal", frente a la iglesia de Santa María que posteriormente vendió a su hermano D. Pedro. El palacio ha desaparecido en el transcurso de los años y hoy se pueden ver solo vestigios. Se trata de la casa de los Rodríguez-Arias.
Iglesia de Santa María a la derecha y la Casas Obispales al fondo
Iglesia de Santa María, de Béjar
Casa de los Rodríguez-Arias, autiguo Palacio Obispal
Durante su permanencia en Béjar, oficiaba D. Gonzalo en la iglesia de Santa María, la cual fué elevada a Concatedral.
Según Wikipedia, la vida pacífica de Plasencia no era de agrado para el carácter esforzado del Obispo Gonzalo. Renunció al obispado de Plasencia y se fué a Jaén, frontera con los moros, donde fué su Obispo desde 1422.
En jaén tuvo una hueste de valientes guerreros que, junto con la del Adelantado de la Frontera de Jaén, D. Diego Gómez de Ribera, vencieron a los moros en la refriega de La Colomera en 1423, y juntos defendieron la frontera de Jaén hasta mayo de 1434, mes en el que murió el Adelantado de un saetazo recibido en el sitio de Alora. El Obispo Gonzalo tomó parte en la campaña de Granada del rey Juan II de Castilla y participó con su hermano Pedro y con sus dos hijos, Diego e Íñigo, en la célebre batalla de la Higueruela librada el 1 de julio de 1431. En 1435 participó en una dura batalla contra los granadinos, la tala de cosechas e incendios provocados en Guadix, provincia de Granada, que se cita como victoria de las huestes cristianas. En esta le mataron el caballo "é quedó a pie con la espada en la mano, peleando e yendo adelante entre los moros, fasta tanto que fueron vencidos", dice la crónica.
Sus hazañas fueron conocidas en su tiempo y su persona fué cantada por los juglares en romancen como aquel:
"Ay mi Dios, que bien parece el Obispo D. Gonçalo,
armado de todas las armas hasta los pies del caballo".
O este otro:
"Día era de San Antón, ese santo señalado,
cuando salen de Jaén cuatrocientos hidalgos;
por Capitán se lo llevan al Obispo D. Gonçalo
armado de todas las armas, en un caballo alazano;
todos se visten de verde, el Obispo azul y blanco"
Y alguno más extenso.
Le apodaron "El Obispo Matamoros".
Representación de una batalla entre moros y cristianos
Según algunos autores, "en un encuentro con el ejército moro en la frontera de Jaén, el 13 de marzo de 1456, fué hecho prisionero, llevado a Granada y encarcelado. En su cautiverio le dieron violento fin el 24 de marzo de 1457". Por eso le llaman también "El Obíspo Mártir".
Según otros autores, "murió cargado de años (60) a fines de 1456 en Sevilla".
Como vemos, se trata de un Obispo típico de la época, miembro de una familia poderosa e influyente que, por ser segundón y no poseer mayorazgo, orientaron su vida hacia la carrera eclesiástica, donde disfrutaban de altos cargos que no desmerecían de los de sus hermanos más favorecidos dinásticamente, ni en rentas, ni en poder. Tampoco se privaban de tener familia ni de dedicarse a su afición favorita: la guerra.
No ha cambiado nada desde entonces. Ahora, en lugar de dedicarse a la Iglesia, se meten en la Política y, desde allí, asaltan Empresas, Cajas de Ahorro y todo lo que se les ponga por delante con tal de conseguir Prez y Botín.
