Estoy asociando ideas a raíz de una
noticia que me ha llegado y un comentario que se está repitiendo estos días a
cuenta del tiempo tan “bueno” que nos está proporcionando el potente
anticiclón.
La noticia es que hace 25 años se
inauguró el Pantano de La Serena, uno de los mayores de Europa y el segundo en
su momento, que ha proporcionado una extraordinaria riqueza a la región
extremeña, sobre todo a Badajoz.
El comentario repetido estos días es
“Tiene que llover”, porque llevamos muchos días de sol y, si no llueve, no
habrá buena otoñada, según dicen los del campo.
Bueno, pues la asociación de ideas
es que “Tiene que llover” es una canción del cantautor extremeño Pablo Gurrero:
“Tiene que llover, a cántaros”.
Pablo Guerrero
Pablo Guerrero es natural de
Esparragosa de Lares (Badajoz), junto al Embalse de La Serena y de donde es
patrona la Virgen de Lares, llamada también Nuestra Señora de la Cueva o la
Virgen de la Cueva.
¿Recordáis esa canción infantil “que
llueva, que llueva, la Virgen de la Cueva”?.
Pues una de las varias Vírgenes de
la Cueva que hay en España, está en Esparragosa de Lares. Su ermita es un
pequeño edificio construido en medio de un acantilado de la Sierra del Castillo,
sierra que separa su término municipal del de Puebla de Alcocer. Cada uno de
estos dos pueblos se encuentra a los pies de esta sierra, Puebla de Alcocer al
norte y Esparragosa de Lares al sur.
La vista de la ermita desde el pie del acantilado es
extraordinaria.
La espadaña con la campana está situada en lo alto
de la sierra, dando vista a las dos vertientes.
Detrás de la ermita está
la casa del santero, a la que se entra por la vertiente contraria.
Otra vista de la ermita y el acantilado,
esta vez, con "bicho".
La espadaña y la escalera de acceso a la casa del
santero, en la vertiente de Puebla de Alcocer.
El letrero indica la entrada.
Esta
es la escalera de acceso a la ermita,por la vertiente de Esparragosa de Lares.
Y el letrero a la puerta.
Vista de Esparragosa de Lares desde la puerta de la ermita.
Y una hermosa vista del acantilado desde Esparragosa de
Lares.
A la derecha se ve un
Castillo. Por esa razón se llama así la Sierra.
Es el Castillo de Puebla de Alcocer, población que se ve
en la vega, al pie de la sierra.
A la derecha, la
espadaña de la ermita.
Una vista más cercana del Castillo.
Pues verás. Este Castillo perteneció,
en el Siglo XIII a Gutierre de Sotomayor, maestre de la Orden de Alcántara y
formaba parte del Condado de Belalcázar.
Posteriormente, pasó a propiedad de Alonso Francisco de Zúñiga y Sotomayor (antes
de su matrimonio era conocido como Alonso Francisco de Sotomayor y Portugal)
(ca. 1498 - Belalcázar, 4 de noviembre de 1541), III duque consorte de Béjar,
Grande consorte de España y III duque consorte de Plasencia, Grande consorte de
España, V conde de Belalcázar, V vizconde de la Puebla de Alcocer,
miembro del Consejo de Hacienda del emperador Carlos V.
Era
hijo de Alonso de Sotomayor y Enríquez, IV conde de Belalcázar, IV vizconde de la Puebla de Alcocer, y
de su esposa Isabel Filipa de Portugal.
Alonso Francisco llevaba el apellido de
Zúñiga de su bisabuela Elvira de Zúñiga y Manrique de Lara, hija de Álvaro de
Zúñiga y Guzmán, I duque de Béjar y Plasencia, I conde de Bañares, y de su
esposa Leonor Manrique de Lara.
Se casó en 1518 con Teresa de Zúñiga
y Manrique. Noble española de la Casa de Zúñiga, III duquesa de Béjar, Grande
de España y III duquesa de Plasencia, II marquesa de Gibraleón, II marquesa de
Ayamonte y IV condesa de Bañares, títulos y estados que heredó en 1531 de su
tío Álvaro II de Zúñiga y Guzmán II duque de Béjar, Grande de España y II duque
de Plasencia, I marqués de Gibraleón, III conde de Bañares; también fue
heredera en 1533 de su tía abuela la duquesa María de Zúñiga y Pimentel, señora
de Burguillos, esposa de su tío Álvaro II.
Era hija de Francisco de Zúñiga y
Pérez de Guzmán, II conde y I marqués de Ayamonte y de su esposa Leonor
Manrique de Lara y Castro, hija de Pedro Manrique de Lara, I duque de Nájera, y
de su esposa Guiomar de Castro
Personajes bien conocidos en Béjar y
Plasencia.
Dentro del castillo destaca su torre del
homenaje con varios pisos. Es una torre cilíndrica de 25 metros y totalmente
interior. En la parte superior de la misma puede observarse un blasón con las
armas de Zúñiga, que fueron quienes reconstruyeron el castillo en el siglo XV.
Desde la Ermita de la Virgen de la
Cueva y desde el Castillo, se puede ver la enorme extensión del Embalse de La
Serena y, desde este, mirando a lo alto, se divisan perfectamente estas dos
construcciones.
Vista del Embalse de La Serena, con el islote Masatrigo
en primer lugar, curioso islote circular con forma cónica al que se accede
desde los dos lados.
A lo lejos, la Sierra del Castillo.
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