POEMAS
DE CARMEN CHAMIZO
Ayer, día
14 de Noviembre de 2019, a las 7 de la tarde, Carmen Chamizo de Rivas presentó
su primer libro de Poemas: Desde mi ventana.
Bueno,
presentó. En realidad lo presentaron la presidenta de Manos Unidas en Plasencia
y el presidente de Cáritas, también de Plasencia. El motivo: los beneficios que
se saquen de la venta de los libros irán dirigidos íntegramente a Manos Unidas.
Y,
es que Carmen no tenía intención de publicar. Simplemente ha estado hilvanando
estrofas toda la vida según su estado de ánimo y lo que pasaba a su alrededor,
pero la han animado para este motivo y lo ha aceptado gustosa. De hecho ni lo
llamaba poemas sino “mis ocurrencias”, como le decía Alberto, su marido. Así
lo dice en la dedicatoria:
Para mi querido Alberto
que siempre me animó y dis-
frutó con mis “ocurrencias”.
Alberto falleció en 2004
Es
una poesía muy amena y muy fácil de leer, sobre todo para los que no somos
aficionados a ella. Tiene una parte mística dedicada a sus creencias
religiosas, al recuerdo de Alberto y a sus pensamientos sobre lo que observa
“desde su ventana”, que es la Naturaleza, el campo, los animales. Y habla con ellos
y de ellos y saca sus propias conclusiones, a veces sorprendentemente actuales.
Tiene
otra parte más casera, en la que homenajea a sus amigos y compañeros con
cualquier motivo: cumpleaños, traslados, jubilaciones o, simplemente, por gusto
de hacerlo.
Mezcla
la seriedad de alguno de los temas con el buen humor en el trato con amigos y
compañeros y, sobre todo, se la ve un gran amor a la vida en todos ellos y lo
refleja en uno de ellos.
CANTO A LA
VIDA
Hoy canto
a la luna, a mi luna clara
que llena
este mundo de luz
y canto a
la tierra, nuestra tierra parda,
nuestra
tierra verde, al mar, a la brisa…
Y canto al
tomillo, a la jara y a la flor silvestre
que pocos
la miran…
Y canto al
caballo, que “vuela” saltando
con noble
figura…
A la yegua
tierna que lame gozosa a su cría.
Y canto a
mi perro, que me guarda siempre
y de mí se
fía…
y a la
golondrina, y al abejaruco,
a nuestras
cigüeñas y a los campanarios
que nos
las cobijan.
Y canto a
los niños, su mirada limpia
y su
franca risa.
A la mano
anciana que tanto se dio
y ya está
rendida…
a la fiel
amiga y al ser generoso…
A mi
Extremadura y sus atardeceres…
A los ríos
limpios,
al sol que
calienta y nos dá la vida
y a ese
nuestro árbol
que nos dá
sus frutos, su sombra constante
y el
rescoldo tibio
que nos da
su fuego de leña de encina…
Al amor
que llena, al que se cultiva
y lo que
no es bueno muy prono lo olvida…
Yo canto
al amor
y sigo
cantando a la vida.
No
sé si me demandará por plagio, porque a mí no se me hubiera ocurrido nada
semejante, pero si lo hace, qué le vamos a hacer. No me importa.
En
la presentación leyeron algunos de sus poemas y ¡por qué no voy a poder hacerlo
yo!, que además soy pariente suyo.
Otro
poema que me ha llamado la atención es uno en el que parece que está haciendo
un inventario de su corral exponiendo sus peculiaridades para la venta, pero
que, aunque está escrito en el año 1989, parece comentar la más reciente
actualidad.
LA FERIA
¡Vamos a
la Feria…!
dicen muy
contentos
cientos de
animales
con tal
pensamiento…
¡Vamos a
la feria
que
estamos de fiesta…!
“A pasito
lento…
dice la
tortuga”…
Y el
caballo opina:
“Yo me voy
de fiesta
a trote
contento…”
Un burro
rebuzna
por
“encantamiento”
y el
sonido corre
en alas
del viento,
tanto que
el cencerro
de la vaca
pinta
pone en
movimiento…
Y allí un
toro bravo
piensa ya
en su fiesta
como un
“mano a mano”
con un
gran torero.
“¿Habrá
allí sardinas”?
se
expresaba un gato
de manchas
marrones
andando
con tiento…
“¿Yo
tendré allí carne”?
Pensando
en la presa
se relame
un perro
de puro
contento…
y el cerdo
gruñía..
“¿Qué yo
voy de feria
sin contar
con pienso…”?
Una tolva
entera
me trago
al momento…
Y dice el
conejo:
“Con cien
zanahorias
blancas o
amarillas
me sentiré
lleno”.
La perdiz
se alegra:
“Iré yo de
fiesta
porque
allí me admiran
y no será
nunca
como un
cazadero…”
La paloma
blanca
pensaba de
cierto:
“Habrá
allí maíz
mezclado
con nieve
para mi
recreo
y una
torre alta
para echar
el vuelo…”
Pero el
gavilán
no se va
de fiesta,
porque,
sentencioso,
dice “que
no encontrará
allá por
la feria
nada más
que huesos…”
Y la oveja
añade:
“Yo no
voy, no puedo..,
con tantas
cabezas
rozando mi
cuerpo,
me pondré
modorra
y caeré de
sueño…”
Y el
carnero dice:
“Si no
vas, me alegro,
porque
allí habrá hembras
blancas y
suaves
para el
coqueteo…”
La pobre
gallina
no sabe en
la fiesta
qué hacer
con sus huevos…
Y el gallo
presume
de cresta
y plumaje
ante el
forastero…
Y allá,
cavilando,
se van a
la feria
buscando
el contento,
cada cual
al suyo,
sin haber
acuerdo.
Así
caminamos
por la
vida misma
con tal
aislamiento,
que la
fiesta entiende
cada
personaje
según su
provecho.
¡Una
preciosidad!
Llenamos
el Salón del Artesonado del Centro Cultural Las Claras, la mayor parte amigos y
conocidos.
Carmen
vino acompañada de su sobrina Inmaculada y su marido, una jovencita que
apareció por Béjar sobre 1961-62 con sus ojos enormes como dos imanes,
procedente de Coria aunque descendiente de Zafra, que tuvo alterado el espíritu
de una buena cantidad de los jóvenes de entonces.
Sala del Artesonado del Centro Cultural Las Claras, en Plasencia.
Foto de Germán Pedro Corcho en su web:
http://www.escudosdeplasencia.com
2 comentarios:
Como sobrino, qué voy a decir. Un enorme corazón de tía. Inmensa, juguetona, activa, inteligente y buena, agradable, educada, guapa. Posee todos los adjetivos buenos; ninguno malo. Ninguno. Única.
Así debe de ser. Siempre está rodeada de sobrinos. Me recuerda a mi hermana Susana. Son como confesionarios.
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