¿JÓVENES EMPRENDEDORES?
Todos
los medios de comunicación nos están machacando últimamente con la necesidad
que tiene España de que haya Nuevos Emprendedores y de que hay que poner todos
los medios a nuestro alcance para que vengan Empresas a dar trabajo y riqueza a
nuestro País.
Está
muy bien y lo aplaudo, faltaría más, pero mientras se insiste tanto en esto,
¿qué pasa con los Emprendedores “de siempre”? ¿Y con las Empresas establecidas
“de toda la vida”?
Pues
pasa, con bastante frecuencia, que, o se les tiene olvidados, que sería lo
mejor, o se les ponen trabas a su trabajo y a su desarrollo por el simple hecho
de que son conocidos y no se les valora en absoluto. ¡Todo para el forastero,
que ese sí que es importante!
Bueno,
pues yo he conocido a lo largo de mi existencia a Emprendedores que llamo “de
larga duración”, porque son personas que no se rinden ante las adversidades,
sino que les sirven de acicate para dar otro paso adelante hasta conseguir sus
objetivos.
Uno
de ellos es mi amigo Felipe Díaz Macayo,
de Plasencia y, para hacerle el homenaje que se merece, voy a cambiar hoy el
argumento de este blog.
Felipe Díaz Macayo
Hace
unos días, nuestro amigo común Andrés Sánchez-Ocaña le pidió un resumen de su
actividad profesional a lo largo de su vida y a mí me pareció una idea tan
buena que me fastidió que no se me hubiera ocurrido a mí. Pero bueno,las cosas
bien hechas, bien parecen, que dice el refrán.
Andrés Sánchez-Ocaña cuando era Alcalde de La Garganta, con el, entonces, Alcalde de Béjar
Felipe
comenzó su vida laboral como chófer de Felipe López, industrial pimentonero de
Plasencia y, estaba tan bien considerado, que, cuando se despidió de la empresa
porque no le subía el sueldo, su propio jefe le avaló un crédito para ponerse
por su cuenta.
La
relación de negocios iniciados por este hombre, es enorme, unos con buen
resultado y otros no, pero siempre pensando en dar otro paso adelante e iniciar
una nueva idea, que ha sido lo que le ha proporcionado muchos éxitos (y algún
que otro fracaso, porque algunas ideas eran demasiado avanzadas).
-El
primero fue de Compraventa de vehículos usados.
-Minibús
para desplazar al equipo de fútbol de Plasencia.
-Alquiler
de barcas en La Isla, el parque más relajante de Plasencia.
Vista parcial del Parque de La Isla. Plasencia
-Venta
de productos náuticos, con motivo de la construcción de los Pantanos.
-Almacén
de piensos y cereales, sacando productos de las algodoneras de la zona.
Recompraba
los sacos a los clientes y se los volvía a vender a las algodoneras.
-Arrendador
de tierras de cultivo, a comisión, para labradores de Castilla.
-Alquiler
de coches sin conductor en Plasencia, Coria y Béjar. Los coches los utilizaba
un año y luego los vendía prácticamente al mismo precio debido a la inflación.
-Arrendó
el Bar Regio, de Plasencia y montó al lado la primera freiduría de la zona.
Cuando mejor funcionaba, un Banco le hizo una oferta y se lo traspasó.
Banderines del Bar Regio
-Observó que en una zona como Extremadura y todo el oeste de España, una de las zonas mayores productoras de maíz, el zuro resultante de desgranarlo, se tiraba o se quemaba y decidió que eso debía servir para algo y que lo tenía que descubrir. Y lo hizo. Montó una fábrica de transformación y vendía el zuro transformado en fibra vegetal, más caro que el propio maíz.
Detalle de mazorcas de maiz desgranadas (zuro)
Cuando lo quiso utilizar para cama de gatos, no le resultó. A los gatos se les enredaba entre las uñas y lo distribuían por toda la casa.
-Fabricó una harina llena de proteínas y aroma de flores moliendo jara secada, pero el rendimiento era tan corto que desistió.
-Conmigo
montó una empresa de instalaciones de Energía Solar. Hicimos muchas y buenas
instalaciones; también de Calefacción, con algunos inventos incluidos.
Cuando
terminó el “boom” con la baja del precio del petróleo, las Administraciones se
olvidaron del tema y bajó mucho el movimiento. Nos separamos amistosamente
volviendo cada uno a su especialidad. Desde entonces mantenemos una muy buena
amistad.
Paneles solares como los que montábamos
-Como
Felipe siempre está dándole vueltas a la cabeza buscando novedades, con esta
empresa conseguimos la representación de unos productos no explosivos para partir
los bloques de piedra en las excavaciones. Tuvimos muy buenos resultados y
muchas anécdotas. Con el tiempo salieron otras marcas y los almacenes de
construcción hicieron mucha competencia.
Roca partida con cemento expansivo
-Compró
unas máquinas de regalos para los bares y llenó los establecimientos de media
provincia con ellas. Lo dejó cuando empezaron a salir las nuevas tragaperras.
-Su
actividad principal y su domicilio profesional los tuvo desde casi el
principio, en los locales de la antigua factoría Textil Extremeña, con los
locales, primero alquilados y luego, poco a poco, comprando acciones de la
empresa hasta que ha conseguido hacerse con la totalidad, con una superficie de
15.500 m2 de los que hay 3.500 m2 construidos.
Fachada de la Textil Extremeña
Aquí
ha hecho prácticamente de todo: Montó su fábrica de molienda, alquiló locales
y, finalmente se decidió a utilizarlos él en el negocio de la hostelería, así
que la evolución fue:
-Bar
con tienda de productos extremeños. Debido a esto se empezó llamando La
Despensa de Extremadura. Más tarde se enteró de que el nombre estaba registrado
y pasó a llamarse La Despensa de Plasencia, que es el nombre que tiene
actualmente.
La verdad es que ocurrió una cosa que hay que contar, porque tiene miga: Una persona de Levante, estaba montando una tienda de productos extremeños y vino a pedirle a Felipe permiso para llamarla también La Despensa de Extremadura. Felipe, como siempre ha hecho, no tuvo inconveniente en dárselo, pero, cual fue su sorpresa al enterarse tiempo después que el subsodicho (por no llamarle de otra forma), registró el nombre, por lo que Felipe se vio obligado a cambiarlo. Hay gente pa tó, como decía el torero.
La verdad es que ocurrió una cosa que hay que contar, porque tiene miga: Una persona de Levante, estaba montando una tienda de productos extremeños y vino a pedirle a Felipe permiso para llamarla también La Despensa de Extremadura. Felipe, como siempre ha hecho, no tuvo inconveniente en dárselo, pero, cual fue su sorpresa al enterarse tiempo después que el subsodicho (por no llamarle de otra forma), registró el nombre, por lo que Felipe se vio obligado a cambiarlo. Hay gente pa tó, como decía el torero.
Fachada de La Despensa de Plasencia
-Hostal, Restaurante 1, Restaurante 2 con una espléndida cocina, Sala de Fiestas (es la única Sala de estas características autorizada legalmente para los eventos de las Bodas, Cotillones de Navidad, etc, con baile incluido, en Plasencia. Nunca ha denunciado a ningún establecimiento que le hiciera la competencia sin tener licencia. Su política ha sido siempre hacer las cosas legalmente y su norma “vivir y dejar vivir”).
Vista parcial de Salón de banquetes
En
invierno hace bailes de salón y en verano en la terraza ajardinada. Los
domingos, fiesta infantil con castillos hinchables.
-Se
atrevió con la instalación de un Bingo y es un referente para todo el Oeste de
España.
Foto del Salón del Bingo
-Hizo
un estanque para criar tencas y nos “tupió” a toda la comarca. Pero llegaron
las nutrias y los cormoranes, que están protegidos y acababan con ellas, así
que prefirió utilizar el solar para aparcamiento del negocio siguiente.
-El
último montaje ha sido unas estupendas pistas de Pádel y otros deportes en
pista cerrada.
Bueno,
seguro que se me olvidarán algunas (y a Felipe), pero todavía, a sus 84 años
sigue dándole vueltas a la cabeza a ver que se le ocurre que pueda tener éxito.
De
momento es Presidente de la Asociación de Empresarios y Residentes de Avenida
de España y Martín Palomino, y no deja de insistir a la Administración para que
arreglen y dejen a nivel europeo estas calles que son la entrada de Plasencia
desde Cáceres.
Se
jubiló y se volvió a dar de alta porque no podía estar sin actividad y así
sigue.
Le
falta el apoyo de Manoli, que falleció hace poco, pero tiene la ayuda de sus
nietas que han entrado en el negocio y le descargan, sobre todo, de la parte
burocrática y administrativa, que no es, precisamente, su fuerte.
Cuenta
Felipe que tuvo que trabajar en el campo desde pequeño, aprendiendo a leer y
escribir por la noche, a la luz de las velas y que toda la formación que ha
adquirido ha sido a base de fijarse en todo y preguntar mucho.
Y de tener las ideas muy claras. Siempre ha sabido muy
bien qué es lo que quería y definir exactamente las ventajas y los
inconvenientes. Esto, unido a su enorme actividad, le ha llevado a tener una
empresa con una media de 40 empleados.
Plantilla de La Despensa de Plasencia
Viniendo de familia obrera y campesina, consiguió estar muy considerado en todos los estamentos de la vida, siendo promotor de muchas actividades a las que se han adherido personas de todo tipo social. Creó la Peña de Los Camborios para las Ferias de Plasencia, sociedades de Caza, etc., todas con mucha participación.
Puerta de acceso a la caseta de la Peña de Los Camborios durante unas Ferias de Plasencia
A estas personas las deberíamos tener todos y, sobre todo, las Administraciones, en los Altares como ejemplos a seguir o a quien apoyar, para que aprendamos que se pueden hacer todas estas cosas o que podemos ayudar a que se hagan. Y a las Administraciones, que las apoyen o, por lo menos, que no las atosiguen.
Está bien esperar Emprendedores de fuera, pero tenemos aquí muchos y muy buenos y solo hay que cuidarlos un poco para que nos ayuden a levantar esta Tierra.
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