LosAbdones: José Romero Vera

A este señor le he conocido yo

Don José Romero Vera
Medalla militar individual española

   A este señor le he conocido yo. Es el padre de mis amigos los Romero, de Plasencia de toda la vida.
   Después de formar parte de la misma pandilla durante casi 60 años, me llega la noticia de que el padre de mis amigos, al que he conocido un montón de años como cajero de uno de los Bancos con los que he trabajado en mi época laboral, fue en su día un héroe. Fue condecorado con la Medalla Militar Individual por un hecho considerado heroico por sus mandos militares, que le habían encomendado hacer de enlace entre un puesto avanzado y el puesto de mando. Una ruta de 10 km batida por la artillería y las ametralladoras y con muy pocas posibilidades de sobrevivir.
   El cabo José Romero Vera se jugó la vida varias veces para salvar la de sus compañeros, que estaban en una situación muy comprometida, hasta el punto de que, al terminar la contienda, sus jefes consideraran que merecía recibir este galardón que generalmente se concedía a oficiales, jefes y generales, aunque fuera un simple cabo, lo que demuestra que esta concesión tiene mucho más valor que cualquier otra, pues se trata del homenaje a una persona determinada y no a un determinado grado militar como era costumbre.
   A este hombre nunca le he visto presumir de su condición de héroe en ninguna de las ocasiones en las que he mantenido conversación con él.
   Persona discreta, familiar, dedicado a su trabajo y a los suyos, ni he oído a nadie que le haya escuchado alguna batallita, como sí suele ser costumbre en personas con muchos menos méritos.
   Sí es verdad que, haciendo memoria, es posible que alguno de sus hijos me haya hecho algún comentario al respecto, pero es como las informaciones familiares que nos daban las tías, que en ese momento no teníamos en cuenta pero que con el tiempo hemos lamentado no haber tomado nota.
   Ahora, más calmado y sin responsabilidades laborales, me puedo dedicar a revivir este recuerdo como homenaje a D. José Romero Vera, al que recuerdo muy gratamente como persona amable y educada, y a su familia, con la que sigo teniendo muchísimo contacto y casi familiar.
   Un pariente suyo, al enterarse de la noticia de la concesión de la medalla, le dedicó una larga poesía de la que traigo unos versos:

Por precipicios y abismos
a cumplir su misión marcha,
le perfilan los disparos
de mil mortíferas ráfagas,
fuego de ametralladores,
de fusiles y metrallas
borda su silueta, pero
nada turba su mirada,
sigue intrépido y seguro,
resuelto y sin miedo avanza,
pues ve delante unas manos,
que él conoce por lo blancas
que van abriéndole paso
y separando las balas…
Y así llega a donde había
que llegar y le mandaban;
cumplir la orden, y otra vez
aquel camino desanda,
tan cuajado de peligros
y tan llovido de balas,
que le buscan y le acechan,
le dibujan y le enmarcan
con mil rúbricas de muerte,
pero que a él no le acobardan,
porque ve siempre las manos
que él conoce, por lo blancas,
que una a una se las quita
al hijo de sus entrañas…