VERANO DE 2020. Obras inacabadas

Algunas de las excursiones más bonitas por Extremadura y Castilla-León pasan por La Raya, la frontera con Portugal. Es una zona muy peculiar, que tiene un sabor propio, quizá por la mezcla de culturas, idiomas y costumbres y, a lo largo de su recorrido, te puedes encontrar pueblos, edificios o costumbres parecidas, pero cada una con su peculiaridad individual, o completamente distintas.

Una prueba es la cantidad de idiomas rayanos:

Mirandés en Miranda d’ouro.

Riodonorés en Río d’Onor y en Rionor de Castilla.

Lagarteiru en Eljas (Cáceres).

Manhegu en San Martín de Trevejo (Cáceres).

Valverdeiro o Chapureau en Valverde del Fresno (Cáceres).

Estos tres últimos forman A Fala o el Xalimés (del valle del Jálama). Tres pueblos vecinos, cada uno con su lengua.

Ahora, en muchos pueblos se habla el Portuñol, mezcla de castellano y portugués.

Plaza de Eljas y letrero en Lagarteiru.

 

Letreros callejeros y whatsapps

        En la Sierra de Gata, en el siglo XVI, competían los pueblos a ver quién hacía la iglesia parroquial más monumental, financiada por la persona o estamento propietario del pueblo.

        En este caso los competidores eran las Órdenes Militares de Alcántara y de Santiago y el Duque de Alba.

        Este último era autosuficiente y terminó sus edificios, pero las órdenes militares dependían mucho del rey, ya que desde los Reyes Católicos los maestres eran los reyes.

        Hubo muchas iglesias que se iniciaron y tuvieron que suspender su construcción por falta de dineros. Posteriormente algunas se terminaron y otras quedaron sin rematar, teniendo que dar una solución provisional que ha quedado para siempre.

        Corrían las voces de que la causa fue que, con la construcción del Monasterio del Escorial, Felipe II se llevó el personal cualificado y los presupuestos de las obras del reino, pero, aunque puede haber algo de cierto, la verdad es que este rey, en su ambición de dominar el Mundo y erigirse en Defensor de la Cristiandad, cueste lo que cueste, entró en bancarrota tres veces y esto sí que afectó a los presupuestos de toda España, órdenes militares incluidas.

        Todo este prólogo viene a cuenta de que, en los muchos viajes que he hecho por la Sierra de Gata, me ha llamado siempre la atención de que algunas iglesias estaban incompletas.

        En la última visita a Valverde del Fresno y Eljas, he fotografiado la valverdeña para subirla a este blog, como primera de las que figuran así en la zona.

Iglesia de Valverde del Fresno (Cáceres), inacabada.

Esta iglesia tiene iniciada la parte trasera y algo de la fachada.

        Los vecinos, bastantes años después, conseguían terminarla con suscripciones propias, pero mucho más modesta.

Iglesia de Cilleros. Solamente iniciada la trasera.

Foto de Internet.

Iglesia de Torre de Don Miguel. A trozos.

        Ya fuera de la Sierra de Gata y en la provincia de Cáceres hay también ejemplos de este tipo de construcciones, aunque en estos casos desconozco el motivo de su abandono.

Iglesia de Majadas de Tiétar, donde se ve claramente medio edificio monumental y el otro medio más modesto.

         En Cáceres mismo, se dice que la iglesia de Santiago también está incompleta, pero por otro motivo.

        “Un caso de iglesia incompleta sería la de Santiago, pero no fue por falta de dinero, sino porque se iba a hacer un crucero y la nobleza lo impidió porque tenía allí capillas.” (Francisco Sánchez Lomba, Doctor en Historia del Arte y Profesor de la UEX.)

Iglesia de Santiago (Cáceres)

        En Cáceres se creó la Orden Militar de Los Freires de Cáceres que, posteriormente, pasó a llamarse Orden Militar de Santiago llegando a ser una de las más importantes de España.

        La condición que puso el arzobispo de Santiago de Compostela para que pudieran llevar este nombre, fue que renunciaran a la pretensión del obispado de Mérida de recuperar la posición que tenía antes de la invasión de los musulmanes a España.

La sede arzobispal de Mérida era de las más importantes de la península ibérica.

Las primeras comunidades cristianas estables aparecen suficientemente arraigadas en Lusitania ya en el siglo III.

La carta de san Cipriano al clero y pueblo de Emérita Augusta (255-257) es el documento más antiguo sobre la Provincia Metropolitana de Lusitania.

Con capital en Augusta Emérita, tuvo como diócesis sufragáneas a las sedes de:

Pax Iulia (Beja),

Olissipo (Lisboa),

Ossonoba (Algarve),

Idigitania o Egitania (actual Idanha-a-Velha),

Conímbriga (Coimbra),

Bisseon (Viseu),

Lameco (Lamego),

Caliabria (¿?),

Ebora Liberalitas Iulia (Évora),

Salmántica (Salamanca),

Ábula (Ávila),

Cauria (Coria) y

Numancia (Zamora),

de las que solamente Caliabria ofrece dudas sobre su localización.

Provincia Lusitania de la que era capital civil y religiosa Emérita Augusta.

        El investigador placentino Luis Loro lo calificaba como “El gran expolio”.

        Otra iglesia inacabada y pienso que la más famosa de todas, es la catedral de Plasencia.

        Sobre el edificio de la primera Catedral románica y destruyéndolo poco a poco, se fue edificando la Catedral nueva.

        Se empezó a construir en el año 1498 y finalizó en el año 1578, en el que las obras sufrieron una paralización. Más tarde fueron retomadas durante el siglo XVIII, quedando finalmente inacabada.

        Los motivos, los mismos, la falta de dinero, aunque este obispado tuvo fama de ser uno de los más ricos.

Vista de las dos Catedrales de Plasencia.