La primera visita a la Cueva de Navamuño, fué gracias a las indicaciones de unos amigos de Candelario que me acompañaron a lo que ellos llamaban Namuño y que lo conocían de toda la vida, así que, un buen día de Julio del 2.002, subimos hasta La Muela y desde allí pude ver por primera vez el Valle, la Cueva, el Glaciar, los Trampales y, al fondo, Hoya Moros, una de las zonas más bonitas de la Sierra de Béjar.
Estos amigos son: Paco Calles, Jacinto González (con cerca de 80 años, pero con la vitalidad de un chaval), Antonio Caldera, y los hermanos Antonio y Nicolás (siento no recordar sus apellidos), a los que quiero agradecer desde aquí su amabilidad por pasarse conmigo toda la mañana recorriendo la zona y luego tomando unos vinitos en Candelario, de los que no me dejaron pagar ni uno.
Al llegar a la Cueva, oimos la voz del Abuelo Jerónimo Abdón preguntándonos porqué habíamos tardado tanto tiempo en volver, que solo pasaban por allí desconocidos y estaba algo triste. Le prometimos ir más a menudo y parece que se alegró con la noticia.
..
No hay comentarios:
Publicar un comentario