PRIMER INTENTO DE COLOCAR LA PLACA.
Han corrido las voces y un grupo de Abdones se ha animado a subir a la Cueva madre (o la madre de todas las Cuevas). Vienen acompañados de amigos: amigos de Abdón y amigos de la Sierra. Se llevarán un grato recuerdo, porque la excursión en muy agradable y los paisajes, una preciosidad, sin contar el aliciente añadido de la "recuperación de la Memoria Histórica".
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Las fotos de rigor son prácticamente obligatorias, para tener constancia de las variaciones del Valle de un año para otro, sin perder belleza.
Las fotos de rigor son prácticamente obligatorias, para tener constancia de las variaciones del Valle de un año para otro, sin perder belleza.
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Una vez dentro de la Cueva, los expertos se pondrán manos a la obra para colocar la Placa conmemorativa del nacimiento de Jerónimo Abdón sobre una de las paredes. Se elegirá la más adecuada, se la preparará, se deliberará sobre la mejor opción para pegarla, con un buen cemento rápido para que dure toda la vida y, al final ..............
Una vez dentro de la Cueva, los expertos se pondrán manos a la obra para colocar la Placa conmemorativa del nacimiento de Jerónimo Abdón sobre una de las paredes. Se elegirá la más adecuada, se la preparará, se deliberará sobre la mejor opción para pegarla, con un buen cemento rápido para que dure toda la vida y, al final ..............
¡¡¡PATAPLAF!!!
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Caida sobre el barrizal, partida en trozos, humillada, la Memoria por los suelos. ¡Es un desastre!
Pero bueno, más se perdió en Cuba. Se recogen los restos y, al mal tiempo, buena cara. Al fin y al cabo estamos pasando un día muy agradable y con buena compañía.
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Otra vez será.
Otra vez será.
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